"
Ganar!!! Bilardismo elevado a la máxima potencia!!!", escribió Monchi en Twitter tras sacar el Sevilla FC los tres puntos del RCD Stadium,
sin mucho brillo pero ya con un sello reconocible, en la primera jornada. Y es que en esto del fútbol, como defendía el 'Narigón', se trata de
ganar lo máximo posible. Ya el camino que se tome para ello, o que se sea capaz de tomar, dado que aquí querer y poder pocas veces son coincidentes, depende del gusto de cada entrenador y, sobre todo, de las características que tenga su plantilla, porque
no es cuestión de ganar bonito, sino de ganar bien.
Y este Sevilla -que, al contrario que los de Berizzo o Machín, en los que era fácil predecir una futura caída, lo está mereciendo-
no es un espectáculo, ni mucho menos, pero suma tanto que está tercero en la mejor liga del mundo (la más competitiva, al menos) y sacando bastante, más que ningún otro, fuera de casa.
En Pucela, donde nadie había vencido,
apenas llegó a temer por el resultado. Y eso que su ventaja fue mínima durante casi todo el partido,tras darle a
Nolito, que al menos había provocado un penalti jugándose su pierna, por hacer "el ñú" ante Masip, como él mismo dijo.
Le cuesta matar los encuentros a la contra a este Sevilla,
sin apenas velocidad arriba, así que está tirando de
inteligencia táctica, orden y oficio, además de aprovechar a un
Franco Vázquez que, más que como revulsivo,
está entrando para que nada pase. Y se le da de maravilla, por su manera
ofrecer líneas de pase a los compañeros cuando el rival más aprieta,
de esconderla o de provocar faltas. Para ponerse a hacer cañitos en un partido tan tenso hay que ser muy bueno. Tanto, que quieres le criticaban
ya se están convirtiendo al Mudismo.
Resulta complicado, no obstante, alinearse con una doctrina en este Sevilla en el que
el Baneguismo o el Fernandismo también pegan fuerte, como fuertes se están mostrando
Diego Carlos y Koundé, ayudando a hacer
un conjunto muy poderoso por dentro.
Queda claro que
los puntos más débiles del cuadro de Lopetegui están
en el '9' y en '11', pero, como el vasco se empeña en no mover ahí nada, aún
no sabemos si se puede solucionar con lo que hay en el banquillo (Chicharito o Munir)
y la grada (Dabbur o Rony) o si es ya
una cuestión de mercado. Porque Bilardista no sé si será también Lopetegui, pero cabezón es un rato. Y bueno,
bueno también es. Por algo
le profesa una gran fe al Mudo, tan estético como práctico.