Eduardo Macià respaldó ayer públicamente a Juan Merino, una confianza por parte del valenciano que ya desveló ESTADIO el martes 6. Quizá, sabedor de que en la delicadada situación del Betis B tiene su cuota de responsabilidad, al igual que Pedro Buenaventura.
Como suele pasar en estas situaciones, se tiende a cortar por lo sano, es decir, por el entrenador. Merino se habrá equivocado y se equivocará, pero no hay que perder de vista que el filial ha ido a luchar al salvaje Oeste del Grupo IV de Segunda B con balas de fogueo.
La política de fichajes del Betis B de Macià y Buenaventura no tiene nada que ver. Nacho, FranDíaz, Beka... Juzguen ustedes. Esa disparidad de criterios la ha pagado el filial. Sin olvidar a Fabián y Carlos García, que podrían ser dos grandes refuerzos.