No es normal que un equipo que ha superado su gran reto en este inicio de temporada,
la previa de la Champions, y que lleva
un arranque liguero casi inmaculado, invicto, a dos puntos del liderato y con un solo gol en contra no sólo le vean carencias sino que sigan preguntando por los jugadores que no se han podido traer este verano y los cambios de criterio que se han apreciado en las últimas semanas en determinadas posiciones, especialmente el lateral y el delantero.
Óscar Arias lo lamenta, pero es lo que toca a un equipo que se ha instalado en la élite y cuya exigencia es máxima.
Ya no vale con fichar, ya se e
xige algo más.
Él lo sabe y por eso aspira a los Berge, Arana, etc. Y a un Sevilla que siga instalado en la élite española, europea y mundial. Todo pasa por seguir sumando, empezando mañana en un lugar mítico: Anfield.