Quique Setién se ha caracterizado toda su carrera por ser un hombre con personalidad y, sobre todo, principios. Ha hecho cosas poco lógicas en un mundo como éste, como ascender a su club de toda la vida a Primera división y dar un paso atrás, a la dirección deportiva; ha puesto su palabra por encima de todo, como cuando decidió seguir en el Lugo mientras era tentado por el propio Betis; se negó a ser un títere de un directivo, Piterman, aunque para ello tuviera que dejar el Racing en manos de un desaprensivo; impuso condiciones para seguir en Las Palmas en las que primaba el equipo sobre él mismo... No sabemos cómo acabará aquí, pero una cosa es clara: hará lo que dice.