Sevilla puede presumir con orgullo de su peso futbolístico en el Viejo Continente con la presencia de sus dos equipos en los bombos de dieciseisavos de la Europa League, y ambos como referencia de sus respectivos grupos, por la puerta grande.
Es el reflejo de la salud de nuestro fútbol, de la fortaleza de dos proyectos que se sitúan entre los aspirantes a conquistar el trono de la UEL. De hecho, se presentan en el sorteo como adversarios con los que nadie desea cruzarse y la sensación de que puedan llegar muy lejos.
La que ha transmitido un Sevilla arrollador en su terreno de juego, con 14 goles en tres choques, y sin conceder ayer opciones al Krasnodar ante una afición que supo protestar y animar en los momentos adecuados. El Betis ya lo tenía hecho, mas redondeó su pase con el liderato para que Sevilla emerja como capital de Europa.
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