Con Torrecilla en el recuerdo

Torrecilla puso de moda los balances por tercios. Y, tras el mal arranque de temporada con Poyet -ya destituido a estas alturas-, pedía tiempo para que Víctor Sánchez del Amo se asentara, aunque veía el futuro con optimismo; luego, en marzo, con el segundo tercio, llegó el "balance bueno en cuanto a sensaciones". Pero ni el Betis daba motivos para ser optimista en noviembre ni mucho menos cinco meses después.

Ni este Betis es aquél, ni las aspiraciones son las mismas, pero el balance en estos primeros trece partidos sí que lo es porque este equipo calca los números de aquél y entonces se peleó por el descenso casi hasta la última jornada cuando se aspiraba a quedar en mitad de tabla. A diferencia de entonces aquí aún se aguanta al entrenador. Nada asegura que echar a Rubi sea la solución. Pero debe reaccionar ya.