Osas Ehigiator: "De pequeño, el baloncesto no me gustaba nada"

Osas Ehigiator: "De pequeño, el baloncesto no me gustaba nada"
Osas Ehigiator: "De pequeño, el baloncesto no me gustaba nada" - R.
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Las historias de los jugadores de baloncesto profesionales suelen estar marcadas por una herencia familiar, una pasión de padres a hijos. No es el caso de Osas Ehigiator (Sevilla, 1999), que se cruzó con la canasta casi sin querer en Secundaria. Ahora, afronta la llamada de la selección.

 

"De pequeño el baloncesto no me gustaba nada, nada de nada. Siempre jugaba al fútbol con mis amigos, toda la gente cercana a mí jugaba al fútbol, al baloncesto no jugaba nadie", recuerda en conversación con EFE antes de incorporarse a la selección absoluta el pívot de 20 años, tímido pese a sus 2,07 metros de estatura.


Aún habiendo heredado una genética propensa a las alturas -los 197 centímetros de su padre, nigeriano al igual que su madre, que emigraron a España por motivos laborales-, el pequeño Ehigiator nació en Sevilla y se crió en Madrid, en una cultura de balompié, e incluso llegó a entrenar en la cantera del Fuenlabrada de fútbol.


El cambio llegó al comenzar la Secundaria, cuando su altura ya era relevante y el balón naranja se cruzó en su vida. "Mi madre y mi tío me apretaban: 'Eres alto, prueba, así haces deporte'", recuerda. No pasó ni medio curso cuando su instituto, el África de Fuenlabrada, le envió a la cantera del 'Fuenla' de basket.


Los inicios no fueron sencillos para un jugador que, pese a su talla, no contaba con los fundamentos. "No tenía ni idea. En los entrenamientos me sacaban del grupo a hacer bote, técnica de carrera, porque era súper descoordinado", evoca de aquella etapa infantil. Los compañeros le acabaron de enganchar a la canasta.


Aprendió rápido, quemando etapas en las diferentes categorías del club, debutando en LEB Plata (tercera categoría del baloncesto español) con dieciséis años en Getafe, y fajándose en las cesiones al Canoe madrileño, con el que ascendió a LEB Oro -donde coincidió con el hispano dominicano Tyson Pérez, del Morabanc Andorra, también convocado ahora por Sergio Scariolo-, y en el Tormes de Salamanca.


Después de años apoyando los entrenamientos del primer plantel, el debut llegó el curso pasado: 10 minutos en Nymburk (República Checa) en la Liga de Campeones de Baloncesto, cuando el equipo estaba prácticamente eliminado, y las últimas dos jornadas de la Liga Endesa, ante Manresa y Tenerife. Este curso ya lo inició como jugador de pleno derecho del primer equipo. "Era mi sueño", admite.


Un sueño que se ha hecho realidad esta temporada, en la que promedia 14 minutos, 4,8 puntos y 2,9 rebotes pese a una mala racha de diez derrotas que han puesto al equipo en puestos de descenso. "Yo creo que el equipo sí se salva, lo hemos demostrado en los últimos partidos (ganaron al Joventut) y vamos para arriba", dice.


El recorrido por la cantera fuenlabreña de Osas Ehigiator ha tenido su correspondencia siempre en las selecciones. Primero en la madrileña, en la que ganó los campeonatos de España infantil y cadete, coincidiendo con un prometedor joven esloveno que ahora triunfa en la NBA estadounidense: Luka Doncic.


"Teníamos 13 ó 14 años, era un jugador fuera de serie. No me imaginaba que iba a llegar donde está. Era muy bueno, tenía mucho talento y destacaba, pero estar jugando un 'All-Star' debe ser un sueño hecho realidad para él", apunta Ehigiator.


Desde 2015 se convirtió en un habitual de las convocatorias a Europeos y Mundiales con las categorías inferiores de la selección española, en los que logró dos metales: las platas europeas sub-18 (2017) y sub-20 (2019, con Carlos Alocén, también ahora internacional absoluto).


Una progresión que hacía esperar una llamada de la selección absoluta, aunque Ehigiator no se creía la noticia. "Al principio, cuando me lo dijeron en el club, no me lo creía. ¿La selección, si la sub-20 ya se ha acabado? Me quedé en shock", relata el interior.


Su llamada para estos dos duelos de clasificación para el Eurobasket 2021, contra Rumanía y Polonia, es producto de la escasez de interiores para estas 'ventanas FIBA', en las que no participan los jugadores de la NBA y la Euroliga. "Jugadores interiores no hay muchos en España, eso es una gran ventaja que tengo", admite.


Osas Ehigiator se define, ante todo, como un defensor. "Sobre todo destaco bastante en defensa, a lo mejor no soy el jugador más talentoso del mundo, pero lo doy todo. Defensa, rebote, intimidación, machacar todas las que pueda delante del aro, jugar duro... Ese es mi juego", señala.


En su camino ha contado con el apoyo de uno de los pívots de la España que fue campeona mundial por segunda vez hace seis meses en China: Willy Hernangómez (Charlotte Hornets), con el que comparte preparador físico. "Solemos coincidir en verano y entrenar juntos. Siempre me dice que me esfuerce al máximo, que al final todo llega".


Admirador del nigeriano-estadounidense Hakeem Olajuwon, del estadounidense Shaquille O'Neal o de los españoles Pau y Marc Gasol o de su amigo Willy Hernangómez, Osas Ehigiator arranca esta semana su primera concentración con la selección absoluta, con el objetivo de "debutar y hacerlo bien" pero "sobre todo, ganar los dos partidos", ante Rumanía el jueves, y Polonia el domingo.


Su primera aventura en 'La Familia', como se suele denominar a una selección que suele hacer pagar a los novatos una cena de iniciación. "Me han contado que me va a tocar pagar bastante. Por suerte tengo a Tyson (Pérez) y se divide entre los dos, pero aun así será bastante. Espero que sean buenos", bromea Osas Ehigiator.

 

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