La última semana del
Giro de Italia, la que debe decidir quien entra a
Turín vistiendo la 'maglia rosa' y sube a lo más alto del podio, se presenta decisiva y con varios frentes abiertos, por lo que los
Alpes italianos dictarán sentencia para un
Steven Kruijswijk (LottoNL) que tiene todo a favor para ganar y para un
Alejandro Valverde (Movistar) que tiene el podio a tiro.
Tras hundirse en la toma de contactos con los
Alpi, dejándose 3 minutos en
Corvara in
Badia,
Valverde afronta la última y decisiva semana con los ánimos recargados tras la gran cronoescalada que hizo el domingo, antes del día de descanso, que le dejó a 38 segundos de la tercera posición que defiende un irregular
Vincenzo Nibali (Astana).
Una incógnita es saber si
Esteban Chaves (Orica-GreenEdge) podrá ir a más y defenderse de las acometidas del 'Tiburón' y de 'Bala Rosa', de momento el colombiano está con 39 segundos de ventaja sobre
Nibali y con 1:47 sobre Valverde, en sus intentos de hacer podio. Por contra, y de momento no se ha mostrado demasiado agresivo, habrá que ver si ataca a Kruijswijk.
El holandés se está mostrando sólido, a la par que sorprendente. Tiene todo a favor y solo él puede perder la 'maglia rosa' en alguna pájara, pues los 2:12 que tiene sobre
Chaves y los 2:51 respecto a
Nibali y 3:29 sobre Valverde son un buen margen.
Kruijswijk no tiene un buen equipo, no comparado con los potentes
Astana y
Movistar, así que igual que estas escuadras acabaron con
Bob Jungels (Etixx) intentarán ahora desbancarle.
No obstante este holandés de 28 hacia 29 años, que tan solo ha ganado una etapa del Tour de Suiza en 2011 y la clasificación general de la
Arctic Race de Noruega en 2014, está más fuerte que nunca y los Alpes italianos, de momento, se le dan bien. Su exhibición en
Corvara, donde Valverde se hundió por el mal de altura, le refuerza y mucho para aguantar los pasos alpinos que quedan por escalar.
Está avisado de que
Chaves quiere emular a su compatriota
Nairo Quintana, y no solo ganar etapas como ya hizo en esa decisiva decimocuarta etapa con final en
Corvara sino optar al podio, aunque para ello deba pasar a una táctica más agresiva. Pero a buen seguro de que
Nibali, el gran ídolo italiano, querrá ser profeta en su tierra y
Valverde, en su primer
Giro, quiere hacer cuanto menos podio y él mismo asegura que plantará batalla "hasta el final".
Y el lugar de esa batalla serán los
Alpes. Este martes, tras la jornada de descanso post cronoescalada, llega una etapa mentirosa donde las haya, con dos puertos marcados como 2ª categoría pero que esconden una dureza digna de un 1ª. Tanto el
Passo della Mendola, de 14,8 kilómetros y rampas de hasta el 10%, como la subida a
Fai della Paganella con una rampa del 15% a 200 metros de coronar los 10,25 kilómetros de ascensión serán duros.
El miércoles, en la decimoséptima etapa, una etapa llana de transición que será escenario para fugas o sprint en masa, y que dará paso a una decimoctava etapa que empieza llana pero que presenta alguna que otra trampa al final, como el Pramartino (2ª, con 4,6 kilómetros con pendiente media de 10,4%), y después de un descenso muy difícil volver a Pinerolo previa subida por la calle
Principia de Acaja (450 metros al 14% con un pendiente máxima del 20% en pavés y en una carretera estrecha.
Si hasta aquí todavía no ha habido cambios significativos en la general, puede haberlos el viernes en la decimonovena etapa, marcada con 5 estrellas. Los 162 kilómetros que recorrerán desde
Pinerolo a
Risoul incluyen, además de la llegada en Francia siendo la segunda visita foránea tras la salida del
Giro en Holanda, el coloso del
Colle Dell'Agnello. Son más de 21 kilómetros con varias rampas del 15% y un tramo final con una media sobre el 10%.
La penúltima etapa, el sábado 28 de mayo, puede ser épica. La dureza del día anterior todavía hará ir más cargados a los ciclistas en los 134 kilómetros que harán entre
Guillestre (Francia) y
Sant'Anna di Vinadio. Unos 4.100 metros de altitud acumulada en una secuencia de cuatro puertos intercalados. Subirán los puertos de 1ª Col de Vars (19 km),
Col de la Bonette (22 km),
Colle della Lombarda (20 km) y los 2,3 km que conducen al
Santuario de Santa Ana (3ª).
Todos estos puertos decidirán quién entre en Turín con la 'maglia rosa' y festejando un triunfo que a buen seguro habrá sido costoso y merecido. La última etapa será un paseo triunfal de
Cuneo a
Torino en 163 kilómetros de descenso donde descansar, salvo quien quiera luchar por el triunfo en esta última 21ª etapa, y celebrar.