ANÁLISIS | GOLF RYDER CUP

La Ryder Cup fragua héroes y forja alianzas

La Ryder Cup fragua héroes y forja alianzas
La Ryder Cup fragua héroes y forja alianzas - Juan Luis Guillén (Saint Quentin-en-Yvelines, Francia)
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 6 min lectura

Además de la victoria apabullante del equipo europeo en la Ryder Cup, la competición bienal de golf entre Estados Unidos y Europa que acabó el domingo en Le Golf National, a las afueras de París, el enfrentamiento intercontinental ha fraguado héroes y forjado alianzas.

Tres de los héroes de la semana son el italiano Francesco Molinari, que ha ganado sus cinco partidos por primer vez en la historia del golf europeo, el español Sergio García que, con nueve ediciones de la Ryder, ha superado el récord de puntos (25,5) que ostentaba hasta ahora el inglés Nick Faldo, y el joven español Jon Rahm, que se ha estrenado con una victoria contra Tiger Woods, el mejor golfista de la historia reciente.

La actuación de los dos españoles del equipo europeo en la Ryder Cup quedará en los anales y la memoria de los aficionados, especialmente porque marca el "retorno" de la confianza y la sonrisa de García, después de un año de altibajos, y confirma que el efervescente Rahm puede jugar su mejor golf con serenidad.

"No lloro normalmente, pero no me podido contener. Ha sido un año duro, pero he luchado mucho", decía emocionado Sergio después de las primeras celebraciones con sus compañeros.

"Me he asegurado de controlar las emociones, he estado bastante equilibrado todo el día y no puedo estar más contento de haber ayudado al equipo", comentaba pletórico Rahm tras recibir las felicitaciones de su compatriota y del resto de su escuadra.

El golfista de 23 años tampoco pudo contener las lágrimas después de derrotar a Woods y se unió a la fiesta de abrazos con compañeros, caddies, parejas y familiares, que apoyaron y acompañaron a los jugadores durante toda la semana.

Víctor y Encarna, los padres de Sergio, siguieron los partidos de Jon cuando su hijo no estaba en el campo, Edorta y Ángela, los padres de Jon, acompañaron a García y su familia en las sesiones en que su hijo descansó.

París ha sido el escenario del acercamiento, la intersección y la alianza de dos trayectorias golfísticas y personales que en algún momento parecieron divergir.


"Incluso antes del torneo, estar en el mismo equipo que Sergio es un sueño hecho realidad", dijo Rahm en la rueda de prensa final del equipo europeo.

"Significa mucho que Jon esté aquí, siendo el presente y el futuro del golf español. Le dije que simplemente creyera y demostrara a todos los bueno que es", replicó el veterano García acerca del joven número ocho del mundo.

En 2001, Jon tenía seis años y no había tocado un palo de golf, cuando Sergio escaló por primera vez a los primeros puestos del ránking mundial para quedarse. Se había estrenado dos años antes, con 19 años, en la Ryder Cup de The Country Club, en Massachussets, Estados Unidos, donde ganó tres y empató uno de sus cinco partidos.

En 2016, cuando Sergio llevaba la mitad de su vida entre las estrellas del golf mundial, Jon irrumpió en el circuito estadounidense con la promesa de ponerse entre los primeros del mundo, ganar grandes y participar en la Ryder. Dos años después, ya se han cumplido dos de sus objetivos.

Desde el Open de Estados Unidos de Oakmont, Pensilvania, en 2016, el primer grande de Jon en el que Sergio llegó a vislumbrar la victoria, las trayectorias de los dos españoles han contrastado en varias ocasiones.

Cuando Sergio ganó su primer grande, en el Masters de 2017, Jon acabó empatado en el puesto 27. Cuando Sergio hundió en el agua sus opciones en el Masters de 2018, Jon terminó cuarto y con posibilidades de ganar hasta los últimos hoyos.

Sin embargo, su carrera también ha coincidido para bien y para mal, como cuando han sido objeto de las críticas de la prensa y el público estadounidense por su temperamento o sus acaloradas muestras de frustración, que en su mejor expresión se convierten en "la pasión española" que han demostrado esta semana en París.

Y es que en la Ryder Cup se ha confirmado que Jon y Sergio pueden evolucionar de manera compatible, paralela y mutuamente enriquecedora. De hecho, dicen los rumores que, en la fiesta de celebración, entre copas de champán, los dos españoles se comprometieron a jugar juntos en las próximas ediciones.

Ahora quedan por delante la Ryder Cup de 2020 en Wisconsin, Estados Unidos, y de 2022 en Roma, Italia, con la expectación de ver si Sergio y Jon podrán emular las 11 victorias y 2 empates en los 15 partidos que disputaron la histórica pareja formada por los españoles José María Olazábal y el difunto Severiano Ballesteros.

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