BÁDMINTON CAROLINA MARÍN

Fernando Rivas: "Carolina Marín es el mayor regalo para un entrenador"

Fernando Rivas: "Carolina Marín es el mayor regalo para un entrenador"
Fernando Rivas: "Carolina Marín es el mayor regalo para un entrenador"
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 13 min lectura

Madrid, 7 mar (EFE).- Fernando Rivas no ha echado la cuenta de las horas que ha pasado en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Son muchas. Desde el año 2004, cuando empezó a trabajar para la Federación Española de Bádminton, pasa una media de 6 horas al día en el pabellón. De lunes a sábado, semana a semana, casi sin excepción. "Salen unas cuantas horas, ¿no?", se pregunta en una entrevista a EFE el metódico entrenador granadino.

Él hizo suyo el deseo de Carolina Marín de convertirse en la mejor jugadora de bádminton de la historia. El tándem funciona. Desde el lateral de la pista la vio ganar un oro olímpico, tres títulos mundiales y cuatro títulos europeos. Pero son ambiciosos y quieren más.

- Pregunta (P): ¿Qué siente cuando cruza la puerta del pabellón?

- Respuesta (R): Hay una parte de cansancio, si soy sincero. Pero por otro lado es como mi casa. La situación es tan familiar que, a pesar de ese cansancio, reconforta. Aquí me doy cuenta de lo privilegiado que soy.

- P: ¿Se parecen el Fernando Rivas que llegó en 2004 y el de 2021?

- R: Se parecen en algo, pero el de hoy es una versión mejorada, por todas las experiencias que he ido acumulando a lo largo de la vida; tanto positivas como negativas y en cualquiera de los planos de mi vida, el personal y el laboral. En 2004, cuando llegué, era un joven con muchas ilusiones; y ahora soy un adulto con las mismas ilusiones, pero algunas de ellas ya están cumplidas. Incluso están sobrepasadas las expectativas. La esencia es la misma, pero el conocimiento y la experiencia ha ido acumulándose y eso me hace diferente.

- P: ¿Cuáles son las ilusiones que le mueven?

- R: Las ilusiones siempre han sido poder vivir de lo que ha sido mi pasión desde pequeño, y aquí sigo; poder trascender en el plano profesional, que es un hecho. Y seguir ayudando a Carolina Marín a conseguir su objetivo máximo, que es ser la mejor jugadora de la historia.

- P: Atendiendo a sus resultados y su trayectoria, ¿diría que tiene sentido el camino que emprendieron juntos?

- R: Sí, está teniendo mucho sentido. El camino es muy difícil, porque son muchos años y hemos vivido situaciones de mucha intensidad, en diferentes etapas de ambas vidas. Carolina viene como una niña y ahora es una mujer. Yo llegué siendo un joven y ahora soy un adulto. Soy padre. En cada paso de etapa, de uno y de otro, ha habido ajustes y conflictos, pero tengo que decir con orgullo que eso se va limando y que siempre prima el trabajo, los objetivos, las ilusiones y los desarrollos que vamos haciendo, en mi zona de confort y en la suya, para seguir consiguiendo resultados.

- P: ¿Qué identifica como 'zona de confort'?

- R: La zona de confort es aquello a lo que estás acostumbrado. En el caso de Carolina es aquel patrón que sale instintivamente porque lo lleva haciendo desde pequeña. En mi caso, es una metodología que en algunos momentos me ha sido difícil cambiar para adaptarme a la nueva Carolina. Cuando de una manera consigues resultados, tienes más reticencia a cambiar esa manera de hacer las cosas; pero en el proceso te has hecho una persona diferente. Analizando esas diferencias es cuando nos damos cuenta de que hay que realizar cambios y utilizar nuevas técnicas.

- P: Entiendo que la Carolina Marín que saldrá a competir en los Juegos Olímpicos de Tokio no será igual a la que ganó hace cinco años la medalla de oro en Río de Janeiro.

- R: No, no será igual. ¿Y por qué? Primero, porque hay que estar muy atentos a lo que las rivales nos están invitando a hacer. La mejor fuente de inspiración son las rivales porque son las que encuentran la manera en que te pueden hacer daño. De ahí le enseñamos a Carolina que estamos teniendo un problema y que para resolverlo tenemos que buscar soluciones. Eso requiere un tiempo. Si además potenciamos otras cosas, va a haber un cambio en el estilo de juego. Eso requiere la ayuda de la preparación mental porque hay cambios e incomodidades. A mí me ocurre cuando voy en traje, estoy incómodo. Si me lo pusiera muchas veces, me acostumbraría. Se trata de que Carolina esté convencida de que tiene que hacer algo nuevo. Hacerlo muchas veces es la única manera de volver a sentirse cómoda y de tener opciones de seguir ganando títulos.

- P: En este momento, en el que se están dando resultados tan positivos, ¿se ven por delante de las dificultades que les plantean las rivales?

- R: Lo que creo es que conozco a Carolina mejor de lo que la conocen los entrenadores rivales y siempre procuro adelantarme. Yo creo que yo sería el mejor entrenador de las adversarias de Carolina, pero yo no quiero que eso sea así. Los resultados se han dado porque Carolina ha dado un cambio de madurez importante y ha sido capaz de enfrentarse a ella misma. Esto lo tendrá que explicar ella. Tenemos que ser cautos porque ha jugado cuatro finales, pero nos faltan las rivales más competitivas de Japón y China. Cuando ellas estén compitiendo tendremos el test.

- P: Antes de este cambio, Carolina sentía que los últimos meses estaban llenos de piedras en su camino: una lesión, una pandemia y un duelo, por el fallecimiento de su padre. ¿Cómo la ayudó en esos momentos?

- R: La apoyamos de varias maneras. Ella ha encontrado el apoyo que necesitaba en cada uno de los miembros del equipo. En mi caso, obviamente, estaba a lo que hiciese falta. Cuando su padre tuvo el accidente, lo primero que hicimos fue mudarnos a Huelva para que ella pudiese visitar a su padre. Una semana iba Anders Thomsen y otra semana iba yo. Íbamos yendo y viniendo para que ella entre campeonatos estuviese en Huelva. También venía el fisio y nos organizamos para que estuviese atendida, entrenada y, al mismo tiempo, emocionalmente bien, dentro de la complejidad de la situación.

Luego ha habido muchas etapas. Ha habido etapas en las que solo hemos podido comunicarnos por videoconferencia y hacer un seguimiento, Guillermo y yo, de los entrenamientos físicos, porque estaba confinada en casa.

Cuando fallece el padre, yo estaba de vacaciones con mi hija haciendo el descenso del Sella. Salimos de la canoa, cogimos el coche y bajamos a Huelva directamente. Allí estuvimos todos con ella, apoyándola y haciendo un seguimiento junto con María, la psicóloga, de cómo iba el proceso de duelo y por dónde había que afrontar el entrenamiento. Si se podía apretar o no, siempre entendiendo que los recursos psíquicos de Carolina estaban centrados en hacer un duelo y que no podíamos quitar de esos recursos para hacer cosas extraordinarias en pista. Así hasta que ya se puede entrenar.

Al principio se entrena con una actitud, bajo mi punto de vista, que no era demasiado proactiva hacia el entrenamiento. En diciembre tenemos una conversación que creo a ella le cambia la perspectiva de quién es, la vuelve a conectar con su esencia y le permite hacer un buen trabajo con María de nuevo para afrontar los torneos de enero de la forma en que lo ha hecho.

- P: ¿Cuánto le exige, como entrenador, una jugadora que tiene la determinación de ser la mejor de la historia?

- R: Para mí, es una motivación. Quiero pensar que el mayor regalo que puede recibir un entrenador es que caiga en tus manos un jugador con esa ambición. Eso es lo que me hace trabajar y persistir ante el cansancio y ante las dificultades.

- P: ¿Cómo trabajan hacia el objetivo de ser la mejor de la historia?

- R: Por el momento, no nos estamos centrando en Tokio. Están cambiando tantas veces las fechas de los campeonatos que es realmente difícil hacer una planificación precisa. Vamos a ir a más o menos torneos dependiendo de los resultados que consigan las dos jugadoras que van por delante de ella en el ránking. Queremos ser cabezas de serie número 4, al menos. Pero si vemos que los resultados de Yamaguchi son buenos cortaremos cuanto antes la competición y descansaremos para tener un periodo de preparación para Tokio que sea lo más largo posible, de manera que podamos conseguir esa transformación.

Si conseguimos entrenar con calidad durante un tiempo prolongado, me da igual que Carolina vaya de 4 o de 5. Confío tanto en ella, que me da igual que en cuartos de final se enfrente a una u otra porque sé que tiene muchas opciones de ganar.

- P: Alguna vez ha dicho que Carolina Marín no gana por talento. Explíquese.

- R: Creo que no todo el mundo puede ser cualquier cosa en la vida. Hay un potencial que se tiene y que hay que desarrollar a través del trabajo bien hecho. Cuando un deportista se sube en el podio la gente dice: 'oh, qué talento'. Y, no, qué talento, no. La palabra talento se ha prostituido porque la gente no sabe lo que hay detrás de una medalla. Carolina se sacrifica y está dispuesta a hacer lo que otras personas no están dispuestas a hacer. Renuncia a salir, a beber, a no cuidarse o a tener una vida normal. Las personas normales no solemos subirnos al podio como campeones olímpicos.

- P: ¿Usted también se expone a las renuncias?

- R: Sí. Recuerdo cuando Carolina vino a la Blume, con 14 años. Justo coincidía el mes de junio. Yo me había organizado mis vacaciones y tenía un billete de avión comprado a Costa Rica. No fui, me quedé sin vacaciones y perdí el dinero del billete. Esa es una de las cosas a las que renuncié, pero no la única. Por tomarme mi profesión como me la tomo, con tanta dedicación, he tenido que romper relaciones sentimentales y eso es más doloroso que no ir de vacaciones. Han sido incompatibles con el estilo de vida al que yo me debo para conseguir resultados. No por Carolina, sino por cómo yo entiendo la ética profesional. O lo hago a tope o no lo hago.

- P: ¿Qué hará cuando Carolina se retire?

- R: Llegará el momento de emplearme más en desarrollar a otros entrenadores porque creo que toda la experiencia y el conocimiento acumulado sería importante transmitirlo a otros entrenadores; sobre todo, a los más jóvenes. Cuando Carolina se retire, yo necesitaré tiempo y distancia con el alto rendimiento.

Lucía Santiago

Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram