Estadio Deportivo3 min lecturaSan Salvador, 15 dic (EFE).- El entrenador argentino Cristian Díaz buscará que su club, el Santa Tecla, le arrebate el trono del fútbol salvadoreño al Alianza en la final del Apertura 2018, la quinta consecutiva que disputan estos equipos.
Díaz, extécnico del Independiente de Avellaneda y quien jugó en clubes de España e Italia, quiere destronar a los bicampeones y sumarse a la lista de argentinos que han hecho campeón al Santa Tecla.
Los tres títulos de liga de los 'periquitos' llegaron de la mano de Osvaldo Escudero en el Clausura 2015 y de Ernesto Corti en el Apertura 2016 y Clausura 2017, ambos campeonatos frente al Alianza.
Los 'tecleños' vienen de dejar en las semifinales al Águila, uno de los equipos más laureados de la historia del fútbol de El Salvador, con dos victorias de 3-2 y 2-0.
No obstante, Díaz tiene como rival al estratega salvadoreño Jorge 'Zarco' Rodríguez, quien busca que el Alianza se sume al pequeño listado de equipos con tres títulos al hilo.
El Alianza, único equipo de la capital salvadoreña en la Primera División y que cerró la fase regular en la punta de la tabla y con la delantera más goleadora, tuvo una clasificación más escabrosa.
Los 'paquidermos' se encontraron en las semifinales con el Futbolistas Asociados Santanecos (FAS), otro de los equipos con más títulos en el fútbol local, y clasificaron sin ganar.
La "ventaja deportiva" que obtuvieron en la etapa regular al ser líderes les sirvió para avanzar tras igualar por 0-0 y 2-2 ante los 'fastanecos', que dejaron ir la clasificación al dejarse empatar el juego de ida, que ganaban hasta el minuto 81 por 0-2.
La serie en las finales entre tecleños y albos, que viene desde el Apertura 2016, está igualada a dos campeonatos por equipo. Los primeros dos los ganó el Santa Tecla con cifras de 3-2 y 4-0, mientras que los del Alianza llegaron con marcadores de 4-1 y 1-0.
Esta es la primera vez que dos equipos salvadoreños se enfrentan en la final por quinta ocasión consecutiva desde que la liga salvadoreña adoptó la modalidad de torneos cortos en 1998.
Al menos 500 agentes de la Policía serán distribuidos en las afueras y al interior del estadio Cuscatlán, donde tradicionalmente se juegan las finales y es la casa del Alianza, para brindar seguridad a los aficionados que asistan.