Pide a gritos el Real Madrid desde la temporada pasada
un giro de tuerca en condiciones. No se trata de hacer una limpia, porque hay todavía muchos futbolistas válidos en la plantilla blanca, si bien, para competir de tú a tú con el Barcelona y con otros grandes del Viejo Continente,
se precisa un salto.
El fichaje de
Hazard sí responde a esta búsqueda de la excelencia que preconiza Florentino Pérez, que no ha encontrado en el sonado regreso de
Zinedine Zidane al capitán que pretendía para la revolución.
Jovic, Mendy y Militao son melones por calar, como suele decirse vulgarmente, amén de que llegan para ser suplentes.
Al míster francés, que se ha quitado de encima a los jóvenes llamados a ser los herederos por falta de 'feeling' (Dani Ceballos, Marcos Llorente, Reguilón, De Tomás, Vallejo, Odegaard...), no le han podido quitar de encima a
James y Bale, ahora titulares por necesidad, ya que las lesiones se han cebado en este arranque de curso con el Madrid.
Asensio, Isco, Modric y Marcelo, por citar a cuatro fijos en la alineación,
han caído, el primero por muchos meses.
Mientras tanto, 'Zizou' trata de enderezar el rumbo con una apuesta por la 'vieja guardia', en parte condicionada por la enfermería.
En LaLiga,
los merengues siguen invictos, pero solamente sacaron con holgura el marcador de la primera jornada. El
1-4-3-3 se abre paso con Hazard en la ecuación.
El análisis individual de los jugadores del Real Madrid, en .