FÚTBOL REAL MADRID

Las claves de un frenazo inesperado

Las claves de un frenazo inesperado
Las claves de un frenazo inesperado
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 6 min lectura

Madrid, 23 feb (EFE).- Un punto de los seis últimos y ante rivales de 'otra Liga' como Celta de Vigo y Levante provocan que el Real Madrid ceda el liderato al Barcelona antes del clásico por su falta de pegada, un retoque improductivo de sistema para encajar a Eden Hazard y la pérdida de seguridad defensiva que acabó desencadenando un error de Thibaut Courtois.

Las claves de un frenazo inesperado son:

1. La falta de pegada

Seis partidos de la temporada del Real Madrid sin gol muestran un problema que debe corregir si quiere aspirar a títulos grandes. Su dominio abrumador en el Ciutat de Valencia dejó hasta 19 remates, siete de ellos a puerta y ni un solo tanto. Zinedine Zidane paga el apagón de Benzema, un 9 que nunca fue referente goleador y que en cuanto ha reducido su aportación el equipo lo ha acusado. Enlaza cuatro partidos sin marcar y solo firmó dos tantos en dos partidos de los últimos doce en los que participó. En Valencia no hubo variantes. Eden Hazard perdonó un mano a mano y la llegada de segunda línea no tuvo puntería en sus disparos para superar a Aitor Fernández. El técnico no tiene un 9 de garantías para dar relevo a Benzema.

2. Un retoque improductivo del sistema

La situación de su plantilla obligó por las bajas a Zidane a inventar tácticamente para conquistar la Supercopa de España en Yeda. Apostó por un sistema de cinco centrocampistas que no puede mantener cuando intentó recuperar a Gareth Bale en los partidos ante Osasuna y Celta de Vigo ni con el regreso de Eden Hazard. Son jugadores que invitan a jugar con un 4-3-3, un sistema al que está habituado el Real Madrid pero que reduce su orden defensivo. El juego no ha sido un problema para la inesperada mala racha de resultados. Ante el Celta acusó la relajación posterior a la firma de la remontada y contra el Levante no sacó provecho de 70 minutos de superioridad. Se presentan duelos de grandeza. Manchester City y Barcelona invitan a meditar sobre el dibujo táctico a un técnico que ha dado prioridad a intentar tener enchufados a la mayoría de sus jugadores que a un sistema que le funcionó.

3. La pérdida de seguridad defensiva

El Real Madrid ha recibido ocho goles en sus cuatro últimos partidos. Han provocado su eliminación de la Copa del Rey y la perdida del liderato de la Liga en un febrero que comienza a ser negro. Precisamente ese encuentro copero con cuatro goles de la Real Sociedad en el Santiago Bernabéu resucitaron las malas sensaciones de la pasada temporada. Desde entonces no ha vuelto la firmeza defensiva de un equipo que paga caro cualquier despiste individual. Ante el Levante el error de Dani Carvajal provocó un gol que es un castigo máximo a un equipo que propuso, dominó y llegó con peligro a área rival. Zidane logró la reconstrucción desde la unión del bloque en el esfuerzo defensivo y la porterías a cero. Su objetivo, volver a recuperarlo.

4. La lesión de Eden Hazard

El Real Madrid desapareció del campo desde que se marchó Hazard. Sin el belga y sin la continuidad que dio al juego Isco Alarcón, se convirtió en un equipo previsible. Abusó de centros laterales que nunca encontraron remates de peligro y la ansiedad fue aumentando en un final de impotencia. Era el segundo partido que Hazard jugaba tras 83 días de recuperación. Confirmó su gran tono físico tras su regreso ante el Celta de Vigo, un buen entendimiento con Marcelo, la visión de pases en los últimos metros. Perdonó una clara y se volvió a lesionar. La fisura de peroné que sufre es un duro golpe para Zidane. Pierde a su estrella en el momento clave de la temporada y en una semana en la que Manchester City y Barcelona van a marcar la lucha por la Liga de Campeones y la Liga española.

5. El error de Courtois

Había encontrado la regularidad y el mejor de sus niveles el portero belga, convirtiéndose en salvador habitual en partidos, siendo noticia por más puertas a cero que errores. En el tanto de Morales no estuvo bien. El disparo fue de gran potencia, pero se había vencido. En vez de hacerse grande y sacar provecho de su envergadura, Courtois empequeñeció y no sacó sus brazos. El lugar por donde se coló el balón, centrado, llena de responsabilidad al guardameta en la acción. Ha encajado tantos en sus tres últimos encuentros. El Real Madrid necesita que recupere su firmeza y la seguridad que transmitía.

Roberto Morales

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