Estadio Deportivo5 min lecturaMadrid, 4 nov (EFE).- El idilio que protagoniza el brasileño Rodrygo Goes con la Liga de Campeones, la competición de clubes de mayor prestigio en el mundo, devuelve la vida al Real Madrid gracias a un gol trascendental al Inter de Milán, el quinto que firma en siete partidos en este torneo, que contrasta con el año que lleva sin marcar en Liga.
Rodrygo demostró estar preparado para cuando le llega la oportunidad. Un inicio de temporada irregular, sin gol en ninguna de sus apariciones, provocó que pasase de arrancar como titular ante la Real Sociedad a ser suplente y entrar en las partes finales de los partidos. La recuperación de Marco Asensio le ha restado minutos y a sus 19 años asume con humildad el rol que le toca en la plantilla de Zinedine Zidane.
DECISIVO EN 'CHAMPIONS', INTRASCENDENTE EN LALIGA
El romance de Rodrygo en la 'Champions' se muestra en goles. Cinco tantos en ocho partidos, tan solo en cinco titular y en uno, el del Shakhtar, que marcó para mal el inicio de la presente competición, sustituido al descanso. Contrasta con sus dos goles en 23 apariciones en la Liga española, competición en la que lleva un año sin marcar.
Su última celebración fue el 30 de octubre de 2019 en una goleada al Leganés. Sin duda, la Liga de Campeones es especial para el brasileño. Apuesta de Zidane cuando las cosas se torcieron frente al Inter.
El Real Madrid había dejado escapar dos goles de ventaja y se tambaleaba. Su entrada junto a su compatriota Vinicius Junior aportaron la frescura que le faltaba al equipo. A Eden Hazard y Marco Asensio les falta gasolina cuando el partido es de alta intensidad. El gran desgaste del primer acto lo acusaron a la hora. Ya no regresaban igual y el equipo madridista hacía aguas en defensa.
UNA CONEXIÓN ESPECIAL
Los dos brasileños aportaron sacrificio en las bandas, con ayudas a los laterales, y en ataque frescura y descaro. Así nació su conexión. El centro perfecto de Vini lo colocó en una escuadra Rodrygo para dar una nueva vida al rey de Europa. Un gol que cambió radicalmente un panorama que se ponía negro para el equipo blanco en su grupo.
Europa ya conocía a Rodrygo. Su estreno de titular en la competición estuvo tocado por una varita. Máximo protagonista ante el Galatasaray el 6 de noviembre de 2019, marcando dos goles en tres minutos e inventando una asistencia a Karim Benzema antes de firmar su primer triplete como madridista.
Su partido redondo también fue decisivo en la pasada edición de la Liga de Campeones. Era el encuentro que hacía olvidar el sufrimiento inicial, también con derrota y empate. Ya había debutado disputando los ocho últimos minutos en Turquía y a la vuelta presentó sus credenciales al fútbol europeo.
En Brasil ya conocían la pegada que le convirtió en la gran perla. Remate con ambas piernas, habilidad heredara del fútbol sala, en el que comenzó. Con 16 años ya jugaba con el Santos y con uno más se convertía en el jugador más joven de la historia de la Copa Libertadores en marcar. Hasta 17 goles antes de cruzar el océano para cumplir un sueño.
INTEGRANTE DE LA SEGUNDA UNIDAD
Desde su llegada al Real Madrid ha comprobado Rodrygo la exigencia diaria de un club donde no hay tiempo para la relajación. Zidane apoyó su continuidad y descartó que saliese cedido, convencido de que está en una fase de crecimiento en la que ya muestra mucha calidad y de que el margen de mejora es grande. Cuenta con el brasileño como integrante importante de la segunda unidad, clave para la conquista de títulos por las rotaciones en las que cree ciegamente.
De la misma manera que un día se queda sin minutos, al siguiente es titular y debe aprovechar su oportunidad. El objetivo de Rodrygo ahora es trasladar a la competición doméstica su efectividad de la Liga de Campeones. El conjunto madridista demanda goles de más jugadores de ataque. El marcado ante el Inter, de un cariz decisivo, refuerza su figura.
Roberto Morales