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El obligado adiós de Parejo, capitán del centenario que levantó último título

El obligado adiós de Parejo, capitán del centenario que levantó último título
El obligado adiós de Parejo, capitán del centenario que levantó último título
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 6 min lectura

Valencia, 13 ago (EFE).- Cuando hace poco más de un año Dani Parejo levantaba el trofeo de campeón de la Copa del Rey en el estadio Benito Villamarín que puso un broche de oro al año del centenario del club, nadie imaginaba que el capitán valencianista se vería obligado por el máximo accionista del club, Peter Lim, a abandonar la entidad por la puerta de atrás, regalado al Villarreal con la carta de libertad.

En febrero de 2019, Parejo había renovado por tres años y vivía el momento cumbre de su carrera tras haberse convertido en la piedra angular del juego de su equipo, en el que ha estado nueve años.

Con 383 partidos oficiales, se ha convertido en el octavo jugador con más encuentros en toda la historia del club yestá entre los treinta con más tantos conseguidos, lo que le ha convertido en el futbolista más im`portante del Valencia en la última década.

Hace un año, el de Coslada (Madrid) era feliz tras una travesía complicada en el Valencia, donde reconvirtió su posición natural de mediapunta a mediocentro organizador.

Su carácter y juego pausado, junto a algunos deslices nocturnos le llevaron a ser abroncado más de una vez por la grada de Mestalla, que finalmente lo aceptó como capitán y lo idolatró hasta su marcha, que junto a la de Coquelin, ha puesto en pie de guerra al valencianismo.

Parejo, la debilidad de Alfredo Di Stéfano cuando formaba parte de la cantera del Real Madrid, llegó al Valencia en junio de 2011 procedente del Getafe a cambio de seis millones de euros. Allí se encontró con Unai Emery con quien volverá a coincidir nueve años después en el Villarreal.

No fue hasta la mitad de la campaña 2012-13, con la llegada de Ernesto Valverde al banquillo, cuando Parejo pasó a jugar con asiduidad. Ante la incredulidad de todo el mundo el técnico le ubicó como centrocampista recuperador y Parejo respondió.

La llegada de Djukic como entrenador le hizo perder la vitola de titular, que recuperó cuando el argentino Juan Antonio Pizzi sustituyó en el banquillo al serbio, en un soberbio final de temporada, en el que por primera vez lució el brazalete de capitán.

La llegada del nuevo proyecto tras la adquisición de Peter Lim del paquete accionarial mayoritario del club, con Nuno Espirito Santo como entrenador, permitió de nuevo brillar a Parejo, que pasó a ser el primer capitán, acabando como el máximo realizador del equipo en LaLiga y una pieza fundamental en los esquemas del técnico luso.

Sin embargo, la caótica temporada 2015-16, con continuos vaivenes en el banquillo, reavivó los fantasmas de Parejo. Su mal juego fue silbado desde la grada y Gary Neville le retiró la capitanía, en consenso con el futbolista.

Tras una temporada nefasta, Parejo quiso abandonar el club y trató de forzar su salida para fichar por el Sevilla. Fue apartado del equipo durante la pretemporada, aunque finalmente se recondujo la situación y siguió. En diciembre se hicieron públicos unas imágenes de una salida nocturna y su continuidad pareció tener fecha de caducidad.

Sin embargo todo cambió con la llegada de Mateu Alemany y el entrenador Marcelino García Toral. El flechazo con el nuevo técnico fue instantáneo y Parejo decidió seguir en el Valencia, donde recuperó la capitanía. Sus dos magníficas temporadas con el entrenador asturiano le abrieron las puertas de la selección absoluta y del valencianismo. Un Parejo más maduro asumió los galones de capitán y ejerció como tal dentro y fuera del vestuario.

La sorprendente destitución de Marcelino en el inicio de la pasada campaña, acompañada semanas después por la marcha de Mateu Alemany, provocó una airada reacción por parte de la plantilla en contra de la decisión de Lim y el presidente Anil Murthy.

Parejo, como capitán, no rehuyó y dio la cara públicamente en favor de su entrenador, aunque asumió que el equipo debía seguir adelante.

La buena relación con Marcelino, que nunca ha ocultado, y sus discrepancias como capitán con algunas de las decisiones tomadas por la propiedad, han acabado pasándole factura. Murthy le comunicó que no iba a seguir pese a tener dos años de contrato, cuando aún restaba una semana y media de competición y el equipo se jugaba entrar en Europa.

Parejo mostró públicamente su deseo de seguir en el Valencia, aunque finalmente ha tenido que tomar la puerta de salida. En la rueda de prensa de su despedida admitió que no le han dado explicaciones y que intentó, sin éxito, continuar en el club donde deseaba retirarse. Entre lágrimas relató como intentó explicarle a su hijo que no seguirá en el club de sus amores.

Sergio Morro

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