El
terrorismo vuelve a centrar sus miras en
Francia. Anoche, poco antes de las 23:00 horas, un camión se lanzaba sobre centenares de personas que veían, en el día grande del país vecino, los fuegos artificiales en el Paseo de los Ingleses de
Niza segando la vida de cerca de un centenar de personas. Las últimas cifras oficiales facilitadas esta mañana por el
Ministerio de Interior galo son aterradoras:
84 muertos y un centenar de heridos, 18 de ellos en estado crítico.
El
Estado Islámico no ha reivindicado el ataque pero seguidores del grupo terrorista se han felicitado en las redes sociales por el acto terrorista. La Fiscalía de París ha reconocido que se trata de un atentado y el presidente del Consejo Regional de Provence-Alpes-Côte d'Azur, Christian Estrosi, ha revelado en declaraciones a BFMTV que el camión "estaba cargado de armas".
El conductor fue abatido por disparos de la policía, según ha informado el Ministerio del Interior. Antes, le dio tiempo a efectuar varios disparos, según fuentes cercanas a la investigación citadas por France Presse.
La Policía Nacional ha informado a través de su cuenta oficial en Twitter de que hay un operativo "en marcha" y la Gendarmería ha recomendado a los habitantes de
Niza que se mantengan alejados del centro de la ciudad.
Por su parte, el presidente del país, François Hollande, ha extendido tres meses más el estado de emergencia, declarado tras los atentados de noviembre en París, indicando que "no se puede negar el carácter terrorista" del atropello.