Rafael Nadal, vigente campeón del
Conde de Godó, ha afirmado haber tenido el control "en todo momento" en su victoria ante el brasileño
Rogerio Dutra Silva (6-1 y 6-2) en segunda ronda del torneo barcelonés.
"Dentro de lo que cabe,
ha sido un partido cómodo. El comienzo del segundo set -en el que ha perdido el saque nada más empezar- no ha sido bueno, pero rápidamente lo he arreglado", ha explicado.
Nadal se enfrentará este jueves al sudafricano
Kevin Anderson en un partido de octavos de final que califica como "difícil", especialmente con una condiciones meteorológicas que no ayudan: "Tendré que jugar a gran nivel si quiero seguir adelante".
"La gente cree que, cuando la pista está lenta, favorece a los especialistas en tierra, pero es lo contrario: los que sacan fuerte tienen ventaja porque la pelota pesa mucho", asegura.
Para aguantar los momentos de espera por la lluvia, que ha retrasado más de cuatro horas el inicio de la jornada de hoy, Nadal ha reconocido que juega a parchís con su equipo, pero que "lo único que importa" es poder disputar el partido: "Si no se juega, el torneo se complica, porque sabes que tendrás que doblar".
El tenista de Manacor ha expresado que jugar
en la pista central, que ahora lleva su nombre, no conlleva "ni más ni menos
responsabilidad", y ha agradecido al Real Club de Tenis Barcelona-1899 por la distinción. "Es un lugar donde he tenido mucho éxito", ha manifestado.