Opinión

Como sea la buena...

Óscar MurilloÓscar Murillo
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Como sea la buena...
Con la destitución de Poyet, Ceballos ha salido del ostracismo. - Óscar Murillo
La verdad es que no se ve a Ceballos nada implicado, no... (MODO IRONÍA ON). El utrerano volvió a dar un recital en la medular verdiblanca, esta vez sin el escudo de Petros ni casi el de Donk, que se incrustó entre los centrales casi todo el duelo. Sin embargo, el '10' mutó en centrocampista total, volviendo a ser el que más corrió de los 28 protagonistas sobre el terreno de juego (12 kilómetros) y el que más balones recuperó (14), pero también el que más pases dio de la escuadra verdiblanca (42, con un 73% de acierto), demostrando que, cuando le toca ser el líder, se siente como pez en el agua.

No es cuestión de ser oportunista ni de hacer leña del árbol caído, aunque resulta imposible olvidarse de Poyet y del injustificado ostracismo al que condenó a Dani. Lo único achacable al canterano es la continuidad, porque somos muchos los que pensamos que de él depende subirse al tren del éxito.

Desde luego, como ésta sea la buena, la pinta no puede ser mejor. Convertirse en un jugador más completo le garantizaría volver pronto a los planes de Albert Celades en la selección sub 21, pero también hacerse fijo en el Betis e ir incrementando paulatinamente su valor hasta las cotas apuntadas durante su irrupción en la elite. Ceballos, ahora sí, no tiene ya ninguna excusa.
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