ATLETISMO MUNDIALES

Lyles replica a Coleman: nuevo rey del 200

Lyles replica a Coleman: nuevo rey del 200
Lyles replica a Coleman: nuevo rey del 200 - José Antonio Diego
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 7 min lectura

El estadounidense Noah Lyles sostuvo el pulso con su compatriota Christian Coleman -campeón de 100- por el estrellato del atletismo universal al proclamarse campeón mundial de 200 metros con un tiempo de 19.83 por delante del canadiense Andre de Grasse (19.95) y del ecuatoriano Alex Quiñónez (19.98).

Lyles, líder mundial del año, tomó la punta al entrar en la recta de meta y terminó venciendo con cierta holgura. El turco Ramil Guliyev, que defendía título, quedó quinto con 20.07.


Lyles estaba convocado en Doha a librar un duelo a distancia con Christian Coleman por el liderazgo, no sólo del atletismo estadounidense, sino también del mundial.


Hubiera sido más fácil dilucidarlo en un choque directo, pero Coleman se inclinó por el 100 y Lyles por el 200.


En la final de la media pista Lyles no tenía rivales de su rango, ni el defensor del título, el turco Ramil Guliyev, que este año no ha alcanzado su nivel de Londres 2017, ni el canadiense Andre de Grasse, pese a que recupera poco a poco la pujanza que le llevó a ganar tres medallas olímpicas en Río 2016.


El antiguo gimnasta nacido en Gainesville (Florida) ocupa ya, con 22 años, el cuarto puesto del ránking de todos los tiempos con su marca de 19.50 conseguida el 5 de julio pasado en Lausana. Sólo tiene por delante a los jamaicanos Usain Bolt (19.19) y Yohan Blake (19.26) y al estadounidense Michael Johnson (19.32).


Sus padres, Keisha Caine y Kevin Lyles, compitieron como atletas en la Universidad de Seton Hall y transmitieron una valiosa herencia genética a Noah, que la ha plasmado sobre la pista.


Tres de las cuatro medallas de oro que repartía la quinta jornada de los campeonatos fueron para Estados Unidos. Sólo se le escapó el título en jabalina.


Donavan Brazier, un hombre de la factoría del suspendido entrenador Albert Salazar, se convirtió con una marca de 1:42.34 -récord de los campeonatos- en el primer estadounidense que conquista un título global (olímpico o mundial) desde que Dave Wottle obtuvo el olímpico en Múnich'72.


Brazier dejó hacer al puertorriqueño Wesley Vázquez, que recorrió en cabeza los primeros 500 metros, para surgir incontenible en el 600. El bosnio Amel Tuka llegó segundo con 1:43.47 y el keniano Ferguson Rotich tercero con 1:43.82.


Las bajas del campeón anterior, el francés Pierre-Ambroise Bosse -eliminado en semifinales- y del botsuanés Nijel Amos -el más rápido del año con 1:41.89-, junto a las eliminaciones de gente importante como el keniano Emmanuel Korir o el polaco Adam Ksczot, ofrecían una gran oportunidad a "outsiders" como el puertorriqueño Wesley Vazquez o el propio Brazier.


Vázquez venía de batir el récord nacional en París con 1:43.83, y el bosnio Amel Tuka (1:43.62 este año) había recuperado la forma que le dio el bronce en 2015.


El estadounidense Sam Kendricks se convirtió en el primer atleta que revalida el título mundial de pértiga desde los tiempos del ucraniano Sergey Bubka al imponerse con una marca de 5,97 al sueco de 19 años Armand Duplantis -plata con el mismo registro- y al polaco Piotr Lisek, que se quedó en 5,87.


Defensor del título y líder mundial del año con 6,06. Nadie podía discutirle la condición de favorito, pero la tarea de Kendricks no era fácil. Lisek (6,02) y Duplantis (6,00) también habían superado el muro de los seis metros este año, y otro más, el campeón olímpico brasileño Thiago Braz, lo había hecho en 2016.


Kendricks, Lisek y Duplantis llegaron "limpios" a los 5,80, la altura que seleccionó el podio. A partir de los 5,87 el concurso de redujo a un duelo entre tres atletas que ya se sabían medallistas aunque ignoraban su posición final en el podio.


Los tres cometieron su primer fallo en 5,87, pero Duplantis y Lisek acertaron en la segunda. El campeón necesitó los tres intentos para seguir en competición. La barra subió a 5,92 y esta vez el norteamericano no falló. Duplantis pasó a la tercera y Lisek se dejó dos intentos. Para arrebatarle el título al norteamericano tendrían que saltar al menos 5,97, pero el joven sueco lo hizo a la tercera.


La presión no le pudo. En el último intento Kendricks voló para recuperar el primer puesto. Duplantis tendría que saltar 6,02 para batirlo, y no lo hizo.


Históricamente, revalidar el título de pértiga no ha sido nada fácil. Sólo lo hizo Bubka, que conquistó seis entre 1983 y 1997, en las seis primeras ediciones de los Mundiales.


El campeón olímpico, Braz, terminó quinto con 5,70. El plusmarquista mundial, el francés Renaud Lavillenie, no pudo clasificarse para la final.


La australiana Kelsey-Lee Barber escapó a la dictadura estadounidense de la jornada. Subcampeona de la Commonwealth, derrotó con su último lanzamiento, de 66,56 metros, a las favoritas chinas Shiying Liu y Huihui Liu.


Lyu llegaba a Doha invicta en sus doce últimas competiciones, incluida la final de la Diamond League, y después de haber elevado tres veces su récord de Asia hasta dejarlo en 67,98, pero esta vez sólo pudo ser tercera.


Barber, que esta temporada ha mejorado su récord personal en más de tres metros (empezó con 64,57 y acaba con 67,70), tuvo acompañamiento chino en el podio. Liu se llevó la plata con 65,88, su mejor lanzamiento del año, y Lyu el bronce con 65,49.


 

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