En primera ronda, la discípula de Ramón Cid había pasado con un tiempo de 8.09 que le asignó la calle 8 en la primera semifinal. La donostiarra abandonó los tacos en 136 milésimas y arribó cuarta a la meta con 8.10, resignada a la "silla caliente" en la que esperan las atletas pendientes de repesca.
No tuvo que esperar mucho. En la segunda de las tres carreras de semifinales Errandonea ya había quedado fuera.
Desde que Glory Alozie fue cuarta en los Europeos en sala de Madrid 2005, con un crono de 8.00, ninguna otra atleta española se había metido en una final de 60 m vallas.
Las otras dos vallistas españolas, Xenia Benach (actual campeona de España, debutante con 20 años) y Caridad Jerez (con 11 títulos nacionales entre pista cubierta y are libre), habían sido eliminadas en la primera ronda.