El
Sevilla, siete años después, regresará a la final de un torneo europeo, la
Liga Europa, la competición que le engrandeció entonces como
Copa de la UEFA, cuando consecutivamente logró sus hasta ahora únicos títulos continentales, en 2006 y 2007.
Su rival en
Turín el próximo 14 de mayo será el
Benfica. El reciente campeón de la
Liga de Portugal, con más tradición en el
Viejo Continente, afronta su segundo intento consecutivo por inscribir su nombre en esta competición, que hasta ahora nunca ha ganado. Perdió la de 1983 y la del pasado año, contra el
Chelsea.
Pero no han sido las únicas finales que ha perdido, ya que los lusos arrastran uno de los gafes más importantes de la historia. De hecho, desde 1963 sufre una mal fario que se ha dado en llamar la ´maldición
Béla Guttmann´, nombre del entrenador húngaro que lo hizo dos veces campeón de
Europa, en 1961 y 1962 (ante el
Barça y el
Real Madrid). Desde entonces, los benfiquistas no han levantado un título a nivel internacional en ninguna de las siete finales a las que ha accedido. "No volverán a ser campeones de
Europa", profetizó
Béla Guttmann tras no recibir una prima por el título prometida por el club encarnado. Los lisboetas han caído pues en las finales de la
Champions de 1963, 1990, 1965, 1968 y 1988 y en las de la
UEFA de 1983, ante el
Anderlecht y la más reciente, la del año pasado ante el
Chelsea (2-1).
El Benfica afrontará la final ante el
Sevilla con tres bajas importantes como son
Markovic,
Enzo Pérez y
Salvio, todos por sanción, además de
Silvio, que se lesionó de gravedad en la eliminatoria frente al
AZ holandés. Tanto
Markovic como
Enzo Pérez son piezas claves en el esquema de
Jorge Jesus, por lo que tendrá que buscar alternativas solventes para afrontar la final de
Turín del próximo 14 de mayo.