Como bien informó este diario en su edición impresa de ayer, la dirección deportiva sevillista, al igual que en el caso de
Carlos Carmona, ha intensificado los contactos por
Dusan Tadic, atacante serbio que milita en el Twente holandés y que se desempeña con soltura en las tres posiciones de la segunda línea, especialmente por la izquierda. Es decir, el tipo de jugador que tanto gusta a
Unai Emery y que, a sus 25 años, ocupa un lugar privilegiado en la agenda de
Monchi, consciente de que está en su último año de contrato y que, además, quiere dar el salto a un grande de Europa después de que la
Eredivisie se le haya quedado pequeña.
Con 16 goles en 33 partidos disputados en liga,
Dusan Tadic es la estrella de un
Twente que en 2012 abonó 5,5 millones de euros por hacerse con sus servicios y que ahora, en cambio, afronta una delicada situación económica, como su propio presidente ha declarado públicamente durante los últimos días.
Según ha podido contrastar este diario, el conjunto holandés, que el curso pasado acabó sexto, necesitaría una cuantía que rondaría entre los 13 y los 14 millones de euros. Así, con los bolsillos vacíos y casi a la desesperada, la entidad de
Enschede se habría puesto en manos de
Doyen Sports, un fondo inversor conocido por todos en Nervión después de que hace dos temporadas se convirtiera en pieza clave de la planificación deportiva sevillista para la 12/13. De esta forma, el
Twente habría saneado sus cuentas a cambio de un porcentaje de los derechos económicos de hasta cinco jugadores ´Tukkers´.
Tadic, junto a
Castaignos,
Kyle Ebecilio,
Eghan y
Quincy Promes, es uno de los futbolistas involucrados en la operación con
Doyen Sports, que, como ya hizo en
Nervión con
Kondogbia, intentará revalorizar sus activos de cara a una futura venta.
El ´amigo´ DoyenLas buenas relaciones existentes entre los de
Eduardo Dato y el citado grupo inversor podrían facilitar la llegada del internacional serbio a un precio bastante inferior de lo esperado. Tasado en unos diez millones de euros, las facilidades económicas dadas antaño por
Doyen y el afán de que el jugador se revalorice en una de las grandes ligas europeas serían algunas de las razones que acelerarían una operación que Monchi pretendía llevar con el mayor sigilo posible para que no se encareciera. Con la aparición de
Doyen, la inversión sería más asumible.