Sergio Rico
firmará un contrato de escasa duración, finalmente pactado por dos años y con una cláusula de rescisión baja.
Como ya viene contando este periódico en los últimos días,
el acuerdo para renovar al canterano está
prácticamente cerrado desde finales de noviembre y sólo falta por limar unos ´flecos´ que, entre el puente y los tres partidos del primer equipo esta semana, provocarán que se retrase la firma hasta al menos principios de la siguiente.
La idea de ampliar su vinculación sólo dos años más, hasta 2017 -todos confían en tener que sentarse de nuevo a renovar en sólo unos meses-, y de incluir una cláusula baja responde al
deseo de que en ningún caso se frene la proyección del joven meta sevillano. La prioridad del futbolista era la de seguir en el Sevilla, a pesar de que son varios los equipos que han llamado a su puerta para interesarse por su situación.
Influye de manera decisiva en esta firme decisión el hecho de que tanto desde las altas esferas del club como el entrenador, Unai Emery, le hayan mostrado su
plena confianza para que sea el segundo portero de la primera plantilla en la 2015/2016 y en la 2016/2017.
En lo que sí hay total acuerdo entre la entidad de Eduardo Dato y el representante del jugador, Jesús Rodríguez de Moya Conde, es en el aspecto económico, con el que
se premiará la fidelidad y el amor por los colores blanquirrojos que Sergio Rico ha demostrado desde su llegada al club, con tan sólo siete años.
Anoche, el de Montequinto jugó su séptimo encuentro en lo que va del presente curso (tres en Europa League, dos en Liga y otros dos en la Copa del Rey) y tiene en su mano cumplir sus sueños y jugar mucho más. Sólo falta la firma. Poco más.