Gameiro... o muerte

El partido del pasado domingo en Mestalla volvió a demostrar la dependencia que sufre el Sevilla durante el presente curso con respecto a Kévin Gameiro, un delantero que tras la marcha de Carlos Bacca al Calcio italiano se ha convertido en la principal y prácticamente única referencia ofensiva del conjunto nervionense en ataque, acumulando ya 23 dianas en lo que va de temporada y estando muy cerca de conseguir el objetivo que se marcó en los albores de la temporada: 25 goles.

Con 15 goles en Liga, el galo ha sumado un tercio de los tantos sevillistas en la competición doméstica, unos números que ponen aún más en alza la relevancia de un ariete que ha demostrado no tener competencia en la punta de lanza. Tanto es así, que sus más directos perseguidores en Nervión de cara a gol no son ninguno de sus compañeros en la vanguardia, siendo el argentino Éver Banega el segundo máximo artillero, con nueve tantos en total. El ucraniano Konoplyanka, con ocho dianas, es el siguiente, mientras que es Vicente Iborra, quien ha jugado en más de una ocasión como segundo punta, el cuarto en discordia con siete. Justo los mismos que Fernando Llorente, quien partía como principal competidor del ariete galo en la punta de lanza. Y es que con sus 23 dianas, Gameiro suma casi el doble de goles que el resto de los delanteros del Sevilla: siete Llorente, cuatro Immobile y uno el canterano Juan Muñoz.

Con seis asistencias (cuatro en Liga, una en Champions y otra en Europa League), el galo es también el décimo futbolista de toda la Liga que más lanza entre los tres palos, con un total de 38 lanzamientos. Un protagonismo que, aunque no le ha abierto aún la puerta de la ‘Bleu’, sí ha atraído la atención del Fútbol Club Barcelona, que le espió en directo en Mestalla.

Los números hablan por sí solos y en la punta de lanza sevillista las opciones están bien claras: Kévin Gameiro o... Muerte. Lo de Mestalla, un ejemplo más.