El argentino
Jorge Sampaoli, salvo sorpresa de última hora, será el sustituto de
Unai Emery en el banquillo sevillista, habiendo llegado a primera hora de la mañana de ayer al aeropuerto de San Pablo, donde fue recibido por el director deportivo del Sevilla,
Ramón Rodríguez Verdejo 'Monchi'.
El de Casilda, que viajó a la capital hispalense junto a su preparador físico,
Jorge Desio, se desplazó hacia el hotel Los Lebreros, donde se vio con su hombre de confianza y ayudante en España, un
Juanma Lillo que también habría hecho las veces de intermediario a la hora de negociar durante los días previos a su llegada a Sevilla. Desde allí, una vez hospedado,
el 'Zurdito', como así era apodado durante su efímera etapa como futbolista, se desplazó hacia el
Sánchez Pizjuán, donde le esperaba el presidente del Sevilla Fútbol Club,
José Castro, y el resto de los miembros de la dirección deportiva.
El mandatario le enseñó el estadio y luego comenzaron las reuniones. Las partes
negociaron hasta bien entrada la noche para sentar las bases de un acuerdo que por el momento estudia Sampaoli. Con una propuesta por dos cursos a razón de algo menos de lo que le prometían desde Granada -
cinco millones de euros brutos por temporada-, Jorge Sampaoli quería conocer de primera mano la oferta, así como las instalaciones del club de Nervión; una entidad que, más allá de lo económico, le permitiría además cruzar el charco por la puerta grande, brindándole un proyecto competitivo con el que afrontar la máxima competición del Viejo Continente, la
Champions.
A la espera de la oficialidad,
'Don Sampa', como así es conocido en Chile, afrontaría a sus
56 años su primera experiencia en
Europa, tras haber desarrollado gran parte de su carrera como técnico en
Chile, donde ganó tres ligas con la 'U' y se proclamó
campeón de la Copa América en 2015 al frente de la selección andina. Todo ello, después de haber llegado al fútbol de elite en 2002, cuando el Juan Aurich de Perú se convirtió en el primer equipo de Primera que dirigía. Antes de ello, casi
20 años de experiencia por el fútbol base argentino, un 'amateurismo' que sería la base de su filosofía de juego y al que el exseleccionador chileno aún hoy día apela en el fútbol de elite. La "adhesión al escudo" y el darlo todo en el campo como si de los propios hinchas se tratasen es una visión del fútbol que coincide mucho con la de un sevillista confeso como
Monchi y el actual Sevilla F.C