Cuatro años dan para mucho. En su estancia en
Sevilla Iborra ha vivido la consecución de tres
Europa Leagues y también la clasificación para tres ediciones de la
Champions. El valenciano, que firmará por el
Leicester, no quería decir adiós, pero un ofertón de los 'foxes' ha precipitado su salida. "Es un momento difícil, dentro de que sé que va a ser bueno para mí, para mi familia y para vivir una experiencia en una liga tan llamativa como la
Premier. El
Sevilla para mí es especial porque he vivido muchas cosas en esta ciudad. Dejarlo va a ser difícil, pero me marcho feliz por lo que he vivido aquí. Mi mayor premio es haber visto a la gente celebrar por las calles y también las muestras de cariño que me llevo en estas últimas horas", indicaba a la radio del club el hasta ahora capitán sevillista.
Iborra explicaba con naturalidad el cambio de aires. "Uno ya va teniendo una edad, los trenes pasan y era el momento de cogerlo. Pienso en el futuro de mi familia y eso es lo que me hace cambiar de aires, pero si fuera por otra razón no lo habría hecho. Siempre he dicho que en
Sevilla lo tengo todo y he sido muy feliz aquí. He vivido lo que quería y más, devolviendo toda la confianza que el club mostró en mí", ha subrayado.
Curiosamente, se marcha al equipo contra el que ha vivido una de sus noches más tristes como sevillista: la eliminación de la
Champions. "El destino es caprichoso, pero es un proyecto que me atrae mucho. Es un club que quiere crecer, como el
Sevilla, y que se ha interesado mucho en mí. Estoy muy agradecido a ellos también", admitía.
Para terminar,
Iborra ha hecho un último servicio para el
Sevilla dejando en las arcas un buen puñado de millones. "El club ha entendido que era una buena situación para todos y hemos llegado a un acuerdo. En ningún momento queríamos acabar mal y si me marchaba buscaba hacerlo de la mejor manera posible. Ahora estaré un poco más lejos, pero mi apoyo desde la distancia va a estar ahí", ha finalizado.