Al margen del luctuoso 11 de septiembre de 2011, hablar de torres gemelas en Nervión tiene otro significado, siendo sinónimo de equilibrio, de sostén y de renacer sevillista después de una semana de infausto recuerdo en lo deportivo, con tres derrotas consecutivas, dos goleadas inclusive.
Y es que hablar de torres gemelas en clave sevillista es hacerlo de
Guido Pizarro y
Steven N'Zonzi, una pareja de espigados centrocampistas que, más allá del aparente parecido físico, ha posibilitado levantar la moral de los de
Eduardo Berizzo, cuya zona ancha, durante algunos días, ha parecido una auténtica zona cero.
Un dúo que hoy, tras el encuentro ante el
Leganés y el
Spartak de Moscú en el
Sánchez-Pizjuán, configuran un doble pivote que, visto lo visto, se ha convertido ya en una alternativa real ante los ojos de Berizzo, quien parece haberle visto las orejas al lobo y apuesta por un Sevilla más arropado, sostenido y con menos intercambio de golpes: "Creo que la actuación de
Guido Pizarro y
N'Zonzi nos equilibra en el centro del campo.
Banega jugó muy bien porque se sintió cómodo con ellos dos. Sí puede ser que se convierta en una norma".
Y no le falta razón al de
Cruz Alta, pues su
Sevilla, con o sin ese doble pivote, se muestra mucho más seguro jugando con ambos futbolistas sobre el campo. Y es que aunque sólo en los dos últimos partidos lo han hecho jugando en paralelo, por detrás del mediapunta, ambos habían coincidido de inicio ya con anterioridad sobre el césped.
Tanto es así, que los de
Nervión nunca han hincado la rodilla en ninguna de esas ocasiones, siendo la derrota en San Mamés (1-0) el único lunar presente en el historial de dicha dupla. O no, pues quizá hay una explicación lógica, la cual está en el hecho de que el francés
Steven N'Zonzi tuviera que retirarse en el minuto 21, lesionado, con un esguince de tobillo que posteriormente le tuvo en el dique seco varios encuentros. Minuto hasta el que el marcador, con ambos futbolistas sobre el terreno de juego, era de cero a cero.
Junto a ello, empates ante
Basaksehir, en la vuelta de la ronda previa de la
Champions (2-2), y
Liverpool (2-2), habiéndose impuesto a
Basaksehir, en la ida (1-2),
Málaga (2-0) y
Spartak (2-1). Unos números que hablan por sí solos y que explican las peticiones de esos sevillistas que le recriminaban a su técnico el hecho que no apostara por la dupla
Pizarro-N'Zonzi ante la crisis de resultados.
Una pareja que, al margen de lo ya expuesto, posibilitó que el
Sevilla del 'Toto' practicara durante 75 minutos su mejor fútbol de la temporada, algo que agradeció la grada y que pudo posibilitar que los blanquirrojos consiguieran matar el partido con un 3-0 de
Ben Yedder que la zaga rival sacó sobre la línea. El 2-1 y el sufrimiento final, sin embargo, son detalles por pulir en próximas citas.