El
Sevilla ha abierto expedientes a
198 abonados por un presunto uso indebido de sus títulos de acceso al estadio, tanto carnés como entradas que habían adquirido a la mitad de su precio, con motivo de su último partido de la
Liga de Campeones, ante el
Spartak Moscú el pasado 1 de noviembre.
Estos expedientes, por "infracción grave" de la normativa interna debido a los "problemas de seguridad" ocasionados, pueden desembocar en sanciones como la
retirada de la condición de abonado de forma temporal o de forma indefinida, anunció este jueves el club.
Según el
Sevilla, que ya informó un día antes del encuentro que había expedientado a cinco socios por ese motivo, sus servicios de seguridad retiraron 198 títulos de acceso, sobre todo entradas promocionadas, pero también algunos abonos, que habían sido revendidos en los accesos al estadio
Ramón Sánchez-Pizjuán.
En su comunicado, la entidad sevillista también agradece "a la mayoría de sus abonados su paciencia y comportamiento en el citado partido" al evitar, "en lo posible, cualquier incidente" y reitera que va a mantener "una política de tolerancia cero con la reventa y el uso fraudulento" de los carnés por parte de sus socios.
Por ello, el club asegura que ante el partido del próximo martes contra el
Liverpool inglés, de la quinta jornada de la
Champions, volverá a "redoblar esfuerzos" en esta materia para evitar y sancionar ese tipo de prácticas en el caso de que se produzcan.
En el choque frente al
Spartak, varios cientos de aficionados del equipo ruso que habían viajado sin entrada a
Sevilla se concentraron en los aledaños del estadio del
Sevilla, donde fueron controlados por un despliegue de la
Policía Nacional y se vivieron algunos momentos de tensión.
El mismo día de ese partido, en el centro de la ciudad, agentes policiales retiraron seis abonos del club por "uso indebido", al haber sido vendidos o cedidos por sus titulares supuestamente a seguidores rusos.
Estos cientos de hinchas del
Spartak viajaron a la capital hispalense sin entrada después de que la
Comisión de Control y Disciplina de la UEFA prohibiera al
Spartak la venta de localidades a sus aficionados para este partido, por los incidentes ocurridos el 13 de septiembre en el campo del
Maribor esloveno.