Visita este domingo el
Sevilla el
Estadio de La Cerámica para medirse a un rival directo en la tabla como el
Villarreal; un encuentro que espera con especial motivación el colombiano
Carlos Bacca, quien se cruza por primera vez en su carrera a su exequipo, un
Sevilla Fútbol Club con el que ganó dos
Europa Leagues y con el que firmó 49 goles y 22 asistencias en 108 partidos repartidos en dos temporadas.
Un rendimiento que le sirvió al internacional colombiano para marcharse al
Milan a cambio de 30 millones de euros, pero que no fueron suficientes para posibilitar un retorno similar al de
Jesús Navas el pasado verano. Y es que el cafetero fue uno de los delanteros que el pasado verano revolotearon en torno a la figura de
Óscar Arias para reforzar la punta de lanza sevillista, una operación que nunca llegó a concretarse más por falta de interés del club sevillista que por cuestiones económicas, como la redacción de ED pudo confirmar meses atrás.
Y es que fue
Carlos Bacca quien puso toda la carne en el asador en su deseo de volver a vestir como sevillista, un ofrecimiento que no convenció del todo al hoy director deportivo sevillista, que en un principio veía como impedimento las exigencias del
Milan y que, al cierre del mercado, ya rebajadas, prefirió optar por otros derroteros, acabando
Bacca en el
Villarreal en préstamo a cambio de 2,5 millones (más ficha del futbolista) y una opción de compra de 18 millones.
Meses después, con
Bacca en el 'Submarino' y cinco dianas en su casillero particular (un gol cada 265' en Liga), unos discretos registros que, por ahora, respaldarían la decisión de
Arias, aunque este domingo podrían empujar al colombiano a tomarse su particular 'revancha'. En Nervión,
Bacca ya demostró ser un hombre de carácter. "Seguro que es un partido de emociones para Carlos", dice su agente a ESTADIO Deportivo.