"AS Roma y el director deportivo
Ramón Rodríguez Verdejo confirman que han encontrado un acuerdo para resolver de manera consensual su relación laboral". Revolución giallorossa. Tras la destitución del entrenador
Eusebio Di Francesco, el club ha anunciado también
la resolución contractual de Monchi. Exactamente
683 días después del comienzo de su nueva aventura italiana.
Se cierra así por adelantado
un bienio agridulce, empezado con las
grandes satisfacciones de la temporada pasada (remontada con el Barcelona, semifinal de Champions y tercera plaza en la Serie A) y terminado con
la humillación en el derbi ante la Lazio y la eliminación europea contra el Porto. Un camino muy vinculado al de Di Francesco, el entrenador que el mismo Monchi había elegido como base de su nuevo proyecto. Justamente por eso, el español nunca hubiera querido echarle en este mes de marzo, esperando más bien hasta el final de la 2018/2019 y
dándose el tiempo de buscar al mejor sustituto posible. Justamente por eso, la destitución de Di Francesco es
la gota que ha colmado el vaso.
Y pensar que el 24 abril de 2017 James Pallotta parecía haber dado al 'mago del mercado' todas las llaves de su club:
máxima libertad en las estrategias de ventas y compras, apoyo incondicional y respecto por cada una de sus decisiones. Premisas que, en realidad, los hechos
acabaron por no comprobar. Porque a menudo la Roma, víctima de las diferentes cabezas pensantes en su cumbre,
le ha cortado las piernas por sus ideas quizás demasiado revolucionarias para el fútbol italiano.
Monchi deja la capital con sensaciones y recuerdos agridulces.
La operación Nainggolan con el Inter es sin duda su obra maestra: a pesar de la venta de un auténtico ídolo de la afición, ha liberado a los giallorossi de un jugador últimamente más protagonista fuera que dentro del césped. Y, sobre todo, les ha traído una de las estrellas del presente y del futuro 'azzurro':
Nicolò Zaniolo, hoy líder de la Roma con sus 19 años y mañana plusvalía para recordar.
Además del fichaje del talento turco
Cengiz Under, quien vale ya más que 50 millones. Sin embargo,
no hubo sólo aciertos. Al contrario, fueron
al menos cinco las apuestas equivocadas: el irreconocible
Javier Pastore, pero también
Iván Marcano (hasta ahora no vale para ser titular en la Serie A),
Héctor Moreno (al que dejó salir solamente seis meses después de llegar),
Patrick Schick (42 millones de euros y un potencial eternamente incumplido) y
Rick Karsdorp (atormentado por las lesiones).
Llegado a Italia como el hombre capaz de llevar a la Roma en el paraíso del fútbol europeo,
Monchi no ha conseguido implantar en su nueva realidad el chip Sevilla: ventas ilustres y valorización de jóvenes promesas. De hecho, fueron exactamente los traspasos de
Alisson, Mohamed Salah, Antonio Rudiger, Leandro Paredes, Radja Nainggolan y Kevin Strootman lo que creó enseguida un vacío insalvable entre Monchi y los romanos. Y, desafortunadamente, más que el 'mago del mercado' el gaditano será recordado así como
el 'rey de las ventas'. Aunque está claro que
no fue Monchi, obviamente, quien tuvo la última palabra sobre el futuro lejos de Roma de casi todos los campeones de la plantilla...