El
Sevilla vive en este septiembre la paradoja de que
su felicidad deportiva tras la consecución de su sexta Liga Europa, la clasificación para la de Campeones y la final de la Supercopa de Europa ante el Bayern de Múnich
va acompañada de una inquietud institucional desde que su expresidente José María del Nido solicitó la convocatoria de una Junta General Extraordinaria de Accionistas del club.
Un comunicado el pasado 1 de septiembre del colectivo
'Sevillistas Unidos 2020', también accionista del club y que apoya la solicitud del expresidente, destapó la caja de los truenos en el seno de la entidad sevillista al
solicitar la renovación de todo el Consejo de Administración de la entidad, incluyendo a su actual presidente, José Castro.
La intención expresa de
Del Nido, inhabilitado por los tribunales para ejercer cualquier puesto de responsabilidad en una sociedad mercantil hasta 2022,
es mantener a la actual estructura deportiva del club, liderada por Monchi, y colocar a un
presidente 'de paja' hasta que él pueda volver al cargo que ostentó entre 2002 y 2013, cuando dimitió meses antes de ingresar en prisión.
Este cónclave, que deberá celebrarse en el plazo de los
dos próximos meses, ha sido
rechazado de plano por desestabilizador por los accionistas minoritarios del club, que suponen en torno a
un 5% de su capital social; y por el actual consejo, resultado de la unión de los grupos de accionistas mayoritarios de la entidad.
El máximo accionista a título individual del Sevilla es Del Nido y su familia con un 24% del capital social y, como segunda fuerza, aparece
'Sevillistas de Nervión' con un 21% correspondiente al grupo de actual presidente, José Castro, a Francisco Guijarro y la familia Alés; a los que sigue con
un 15% el también expresidente Rafael Carrión.
En el consejo de administración, en principio,
cunde la certeza de que Del Nido y el grupo inversor estadounidense, ayuno de apoyos entre los pequeños accionistas y con menos capacidad que los actuales rectores del club para captar acciones 'durmientes' -alrededor del 20% de los títulos no ha acudido jamás a una junta general de accionistas-,
carecen de la mayoría suficiente para remover el consejo.
La entrada en el consejo de
'Sevillistas Unidos 2020' con un 6,2%, agitó las aguas accionariales del Sevilla, cuyos nombres de referencia, incluido
Del Nido,
llegaron a un acuerdo de estabilidad del club que, tras la petición del expresidente,
ha quedado roto y ha abierto la caja de los truenos en el seno de la entidad.
El pacto firmado por las principales 'familias' del sevillismo era para cinco años, hasta 2024, aunque ha durado nueve meses, lo que ha provocado que Castro haya demandado a Del Nido en el Juzgado de lo Mercantil por incumplir el pacto de gobernabilidad del club.
A ello,
se une una investigación abierta por la Fiscalía de Sevilla contra uno de los hijos del expresidente, Miguel Ángel del Nido Carrasco, para esclarecer si pudo cometer un delito de falsificación en documento privado en la compraventa de acciones del Sevilla.
La denuncia, según ha adelantado Diario de Sevilla, fue presentada en agosto y el Ministerio Público incoó diligencias de investigación penal el pasado 4 de septiembre, de modo que el asunto ya ha sido turnado al fiscal correspondiente, tal como han confirmado a Efe fuentes de la Fiscalía.
El hermano mayor de Miguel Ángel y primogénito del expresidente Del Nido,
José María del Nido Carrasco, es el actual vicepresidente primero del Sevilla y, pese a que no se ha manifestado públicamente,
mantiene su lealtad a consejo de administración que preside José Castro, con quien trabaja a diario codo con codo.
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