Indescifrable locura la del Sánchez-Pizjuán, en un divertidísimo partido... excepto para
Lopetegui y Alguacil, claro. No hay que gastar el tiempo en contar lo que pasó mediante
pizarras, tablas, gráficos o mapas de calor, porque lo ocurrido en el
Sevilla FC-Real Sociedad sólo puede justificarse con el azar y tildarse de accidente o incluso de verbena (bendita verbena). Una cosa de locos...
y de malas defensas.
Lo de
Diego Carlos y el 'marcaje' de
Joan Jordán a Isak fueron más bien idas de olla (sobre todo, lo del brasileño), pero el nivel de la zaga 'txuri-urdin' seguramente se deba más a que era de circunstancias, con
Zubeldia y Sagnan cogiendo moscas. Y lo aprovecho un
Youssef En-Nesyri que reina en la locura, que suele ser el primero que llega cuando hay ida y vuelta, y que está en un momento sencillamente es-pec-ta-cu-lar.
De hecho, para calibrar
su explosión tampoco se requiere tirar del big data:
salta a la vista. El internacional marroquí está
pleno de confianza, va a todas, remata la mayoría y marca muchas.
Borrasca de carreras por el eje de la zaga de la Real, con
más vías de agua que Filomena.
Le Normand es que Alguacil quitase a Sagnan en el descanso, claro.
Con sus apoyos y rupturas, En-Nesyri dio mucha profundidad al Sevilla, aunque no menos que
Isak a la Real. Lo que son las cosas: el internacional sueco jugó sólo porque
Willian José tiene pie y medio fuera (otra vez), y Willian José podría jugar
contra el Sevilla el martes porque tiene pie y medio fuera. Como
Carlos Fernández, en la grada viendo a su equipo contra el que
puede ser su próximo equipo. Los juegan con un 4-3-3, pero a la Real sí le encaja. Qué cosas.
Al canterano, no obstante, se le echa menos en falta rindiendo a este nivel En-Nesyri. El problema es que en el Wanda, si Filomena lo permite, tendrá que volver a la titularidad
De Jong. Que no es que dé poco cuando está bien; es que últimamente está bastante mal. Y para eso tampoco hace falta acudir a las estadísticas.
Fue un día tan extraño, en definitiva. Tan raro que
ni siquiera Lopetegui metió a Gudelj al final para amarrar el resultado.