El Betis se ha puesto ya en contacto con los asesores de Jorge Molina para hacerles saber su intención de ampliar la vinculación del delantero con la entidad, que expira actualmente el 30 de junio de 2014, según ha podido confirmar ESTADIO Deportivo. Como ocurriera la temporada pasada con su compañero de demarcación Rubén Castro, el club desea llegar a un rápido acuerdo de aquí a verano, con la idea de encauzar la planificación del curso venidero antes de las vacaciones y saber a qué atenerse en materia de contrataciones.
El alcoyano cumplirá 32 años en los estertores de su cuarta campaña como verdiblanco, por lo que
firmaría previsiblemente el último gran contrato de su carrera. La intención de la entidad es ofrecerle un ejercicio más, con un segundo opcional en función de una serie de objetivos (número de partidos jugados y/o cantidad de goles anotados), mientras que Molina preferiría dos de una tacada con el fin de adquirir cierta seguridad. Este punto, a priori, no debería suponer ningún problema, ya que ambas partes están por la labor de seguir ligadas hasta 2016, por lo que el entendimiento se produciría en uno u otro sentidos. Existe flexibilidad en el diálogo como punto de partida, una predisposición idónea para gestionar la continuidad del ´19´.
Este diario pudo confirmar ayer esta información en todos sus extremos. En el entorno del artillero, la noticia ha sido recibida con agrado, admitiendo un contacto que, con todo, se encuentra todavía en una fase embrionaria. "Él está muy a gusto en Sevilla y en el Betis, por lo que confiamos en llegar a un punto de encuentro cuando nos sentemos a negociar. Sabemos que ellos quieren que Jorge siga. Están contentos con su rendimiento. Nos gustaría que jugara más, como es lógico, pero nos pasa a todos. Al menos, está aprovechando sus oportunidades y reivindicándose cada partido, como ocurrió el lunes ante el Deportivo", apuntaba una fuente cercana a Molina.
Atrás quedan, por tanto, los rumores de traspaso de un delantero que siempre ha tenido más cartel fuera que dentro de Heliópolis, quizás solapado en protagonismo por los Emana, Rubén Castro o Beñat. En la temporada 2011/2012, la de su estreno en Primera división, estuvo a punto de emigrar. En verano, una presunta oferta de más de cuatro millones de euros por parte del Zenit de San Petersburgo puso en entredicho su continuidad en la capital hispalense, si bien la intención del alcoyano siempre fue la de rubricar la ´operación retorno´ con la misma camiseta. Ya en Navidades, con Roque Santa Cruz disfrutando de la titularidad pese a que su rendimiento no era peor que el del guaraní, sí estuvo más cerca de marcharse al Celtic de Glasgow, aunque los escoceses no llegaron a apostar de verdad por él. Además, Mel insistió en su permanencia, resaltando el hecho de que siempre fue fijo para él, si bien nunca ha terminado de ganarse para el madrileño el cartel de indiscutible.
No obstante, el rendimiento de Jorge Molina se ha disparado esta temporada. Más fino en el aspecto físico, fruto de un trabajo específico en el gimnasio durante la pretemporada que le ha hecho, de paso, adquirir más confianza, el punta está mejorando sus registros en Primera división, superando los del ejercicio de su debut en la elite. Entonces, el dorsal 19 anotó seis dianas en veintiséis encuentros del campeonato doméstico. De ellos, únicamente en cuatro disputó los noventa minutos, mientras que en doce de esos compromisos fue suplente e ingresó desde el banquillo. Además, firmó dos aciertos en otros tantos de Copa del Rey y dio tres asistencias.
En lo que se lleva de la 2012/2013, el de Alcoy ha marcado ya once goles en 28 encuentros, aunque sigue ejerciendo de revulsivo en más ocasiones de lo que le gustaría (diez). Sumando su aportación en el torneo del K.O., Molina totaliza doce dianas y tres pases de gol en treinta y cuatro participaciones. Encima, se está destapando como segundo punta, sacando de sitio a los centrales, recibiendo bien de espaldas, cayendo a bandas y sorprendiendo entre líneas.
Óscar Murillo5 min lectura