Deuda con la grada en forma de sequía

Una deuda con su fiel afición. De ese modo se puede calificar el pobre rendimiento ante los suyos de un Betis que sólo ha celebrado seis tantos en los nueve encuentros disputados en el Benito Villamarín. O lo que es lo mismo, una pírrica media de 0,67 goles por partido. Y es que, además de no hacer más de un tanto en ninguno de sus compromisos como local, el cuadro verdiblanco se ha quedado sin ver puerta en tres ocasiones.

Unos pobres guarismos que adquieren mayor trascendencia si cabe al compararlos con los del resto de equipos de las cinco principales ligas del Viejo Continente. No en vano, sólo el Werder Bremen alemán, que se encuentra en plaza de promoción de descenso en la Bundesliga, ha anotado menos tantos en su estadio, el Weserstadion, donde sólo ha conseguido cinco dianas.

El gol de Jorge Molina ante el Celta (1-1), el 5 de diciembre, fue el último que los seguidores verdiblancos festejaron en el coliseo de La Palmera. Antes del alcoyano, vieron puerta el brasileño Petros, en la derrota frente al Deportivo (1-2), y el franco-italiano Rennella, con el Espanyol (1-3). Pero el indiscutible ´pichichi´ bético, tanto fuera como en casa, sigue siendo Rubén Castro. El canario anotó en la jornada inaugural ante el Villarreal (1-1) y certificó la única victoria como local hasta la fecha, frente al Real Sociedad. Ante el Athletic (1-3), sin embargo, llegó su único tanto intrascendente, desde los once metros.