No es descabellado inferir que el
Real Betis las pasará canutas esta noche contra el
Real Madrid. Y es que, aunque las estadísticas están para romperlas, la visita del equipo más goleador de Primera división, revitalizado además con el relevo en el banquillo (10-1 de parcial en dos partidos con Zidane), se antoja inoportuna para que el peor anfitrión de Primera (sólo seis puntos de 27 posibles) despierte de una vez por todas. Si, encima, éste lleva siete partidos oficiales seguidos sin ver puerta, el panorama se complica un poco más.
Con todo, en Heliópolis se aferran a la ilusión, porque lo de que todos los partidos hay que jugarlos es más que una perogrullada. Encima, fiasco copero aparte, el estreno en la elite de Juan
Merino se tradujo en punto impensable a priori por la inercia de su oponente, un Villarreal de Champions al que casi nadie había podido meter mano en su feudo. Así, como quiera que Fabián y Kadir, las dos grandes sorpresas de aquella alineación, han superado las molestias de principios de semana, todo hace indicar que el preparador linense apostará por calcar en lo posible tal planteamiento, con el único cambio obligado de Molinero por Piccini, que se pierde el resto de la temporada.
Entran en la convocatoria el restablecido Dani Giménez y el indultado Dani Ceballos, que ha convencido al míster, a quien no le tembló el pulso al dejarlo en Sevilla el pasado fin de semana. Incluso, hay quien apuesta por el utrerano de inicio por dentro, lo que supondría la salida de uno de los dos mediocampistas renqueantes, pues la briega de Cejudo le convierte en indispensable para compensar las limitaciones físicas de Vargas en el perfil izquierdo. Continúan fuera el tocado Westermann, así como los defenestrados Tarek, Xavi Torres, Vadillo y Van der Vaart, todos con pie y medio fuera, a los que se une esta vez Van Wolfswinkel, otro que no acaba de convencer a
Merino.
Por parte merengue,
Zidane pierde por lesión a
Bale, aunque Cristiano Ronaldo y Benzema se recuperaron sin problemas de las molestias heredadas del último encuentro, por lo que serán seguro de la partida en el
Benito Villamarín. No así Sergio Ramos, reservado para futuros compromisos. La única incógnita, por tanto, en el once blanco la constituye el sustituto del extremo galés, si bien las informaciones procedentes de
Madrid indican que el nuevo míster de los de Chamartín no se decantará por Jesé en detrimento del cuestionado James Rodríguez, pese a que el canterano se acople mejor a priori a la posición que queda vacante. En cualquier caso, un equipo prácticamente de gala al que seguir temiendo.