Debutantes ambos en un derbi,
Jorge Sampaoli y
Gustavo Poyet protagonizarán mañana un particular duelo de banquillos con acento foráneo, algo que no sucedía desde hace 27 años. Hay que remontarse al 7 de mayo de 1989 para encontrar el último precedente de un choque de máxima rivalidad hispalense con dos entrenadores extranjeros, algo que lo largo de la historia tan sólo ha sucedido en seis ocasiones.
Sevilla y
Betis no comparten el hecho de tener un preparador nacido fuera de nuestras fronteras desde principios de los noventa, aunque por entonces,
Jarabinsky,
Felipe Mesones y
D’Alessandro dirigieron al conjunto verdiblanco en
Segunda, en la 91/92 y la 92/93, cuando
Espárrago y
Bilardo llevaron las riendas blanquirrojas en Primera, por lo que no se enfrentaron.
Sí lo hicieron poco antes dos entrenadores sudamericanos, como sucederá mañana, también en el
Pizjuán. En el banco local se sentaba el argentino
Roque Olsen, compatriota de
Sampaoli, mientras que el visitante era para el paraguayo
Cayetano Ré. Un duelo que se decantó de lado sevillista con un gol en los primeros compases de
Diego Rodríguez.
No sería éste el único derbi de un
Olsen que dirigió al conjunto de
Nervión en dos etapas, afrontando otros dos en los años setenta, ambos ante el entrenador extranjero con más duelos cainitas en su haber, el húngaro
Ferenc Szusza, que estuvo al frente del
Betis en cuatro partidos ante el eterno rival, con un balance de dos victorias, un empate y una derrota. Este único traspié llegó en la primera vuelta de la 75/76, ante un
Sevilla dirigido por
Olsen que ganó 2-0, con goles de
Plaza y
Jaén de penalti, vengándose el preparador bético en la vuelta con el 1-0 firmado por
Ladinsky, también desde los once metros.
Además,
Szusza le ganó la partida al austriaco
Ernst Happel, que entrenó a los nervionense en la 72/73, con un contundente 3-0 en el
Villamarín, fabricado por
Mameli, con un doblete, y
Del Pozo. Un año antes, sin embargo, también en feudo verdiblanco, sólo pudo firmar tablas ante el Sevilla del inglés
Vic Buckingham, con tantos de
Macario, por parte bética, y
Acosta.
Era la segunda vez que sucedía este extraño acontecimiento que se repetirá mañana en el
Pizjuán, cuyo primer precedente data del 18 de octubre de 1964, cuando el
Betis del francés
Louis Hon superó por 2-0 a un cuadro blanquirrojo adiestrado por el checoslovaco
Fernando Daucick, gracias al acierto de
Pallarés y
Molina.