El límite salarial no es problema con Rubén Castro

Con nueve refuerzos de nivel y a falta aún de varias salidas, en el Betis están muy contentos con la planificación de la temporada que ya está en puertas, lo que no quiere decir que vayan a renunciar a intentar poner la guinda al plantel con un último fichaje de relumbrón. Para ello, eso sí, el club verdiblanco tendrá que superar un notable handicap: el límite salarial que fija el órgano de control de LaLiga y que va a condicionar el broche soñado.

Así lo admitió ayer el presidente, Ángel Haro: "Estamos ya muy justitos en lo que respecta al tope salarial, prácticamente no nos queda mucho en la caja", aseguró el máximo dirigente bético en la rueda de prensa de presentación de Ryad Boudebouz.

Es decir, que en el caso de que la entidad decida contratar a un delantero, la ficha del elegido deberá ser asequible o, si fuese una cesión, compartida con el club de origen del futbolista para que el volumen de gasto en fichas no excediese lo que marca la ley.

Sin embargo, esto no será obstáculo alguno para la vuelta de Rubén Castro en enero. Y es que, en la negociación para su cesión al Guizhou Hengfeng, el club se aseguró librarse de la ficha en el segundo tramo de la temporada.