El añorado Rubén Castro lleva ya casi un mes en Sevilla ejercitándose en solitario y sin poder pisar la Ciudad Deportiva Luis del Sol, algo que a priori no podrá hacer hasta el próximo 1 de enero, ya que el canario y el Betis se han topado con la postura inflexible del Guizhou Hengfeng, que ni ha dado ni dará facilidades. O al menos no lo hará gratis.
El club chino cuenta con los derechos del grancanario hasta el 31 de diciembre y tratará de sacarle tajada a la intención del Betis y del jugador de incoporarse lo antes posible a los entrenamientos a las órdenes de Setién, para así facilitar su adaptación a un estilo que por otra parte ya conoce, pues el '24' realizó la pretemporada con él.
Según informa Al final de la palmera, el conjunto asiático aún adeuda a Rubén parte de su millonaria ficha de estos cinco meses y desea que el delantero perdone una parte de la deuda para permitirle adelantar su vuelta a casa.