Es costumbre en los entrenadores, una práctica cada vez más habitual, poner en marcha las rotaciones o, en grupos más cortos como el verdiblanco, dosificar a los hombres más habituales e ir refrescando las alineaciones para que el grupo más reseñable, los teóricos líderes en cada posición, lleguen fuertes a la recta final. Sea como fuere, el análisis estadístico del reparto de minutos en el Betis durante la primera vuelta depara un once perfecto, bajo el sistema 1-4-1-4-1 que ha imperado hasta la fecha (con el matiz defensivo del 1-4-2-3-1 desde el día del Atlético de Madrid), conformado por los once efectivos del primer plantel que han rebasado la barrera del millar de minutos. Otros dos, Jordi Amat y Camarasa, se quedan a las puertas, aunque el segundo se ganó el derecho a ser considerado el número 12, el comodín más habitual para Setién. No en vano, el valenciano es sexto en número de apariciones.
Se da la curiosa circunstancia de que los once elegidos nunca han saltado de inicio juntos hasta la fecha, precisamente por la política antes mencionada de medir y distribuir los esfuerzos, así como por las lesiones -Sanabria, por citar a uno de los que estaba siendo fijo, habría desbancado a alguno de ellos seguramente de no haberse 'roto' antes de la jornada 14- y sanciones, por lo que se trata, a la vez, de un equipo ideal inédito. Como mucho, diez de ellos sí posaron para las típicas fotografías en formación al inicio de los encuentros, la última vez en el derbi, donde Boudebouz suplió a un Tello que, por minutos, ingresa en la alineación de gala por méritos propios.