Un gol de Narváez da su primera alegría al Betis en Alemania

Sacar conclusiones a estas alturas de la pretemporada es precipitado, pero si hay algo que se puede inferir de los primeros encuentros amistosos que ha disputado el equipo de Quique Setién es que se ha acostumbrado a ganar o, al menos, como en el caso del Braga del otro día, a no perder cuando las condiciones no son las mejores.

El Betis se ha hecho con la Essen Cup, un cuadrangular en el que participaban, además del modesto equipo local, el Rot-Weiss Essen, el Huddersfield de la Premier y el Werder Bremen, que contra pronóstico, no logró pasar a la final tras caer en la primera semifinal ante los organizadores (1-0).

El torneo parecía abocado a una final con el equipo germano como uno de los contendientes, pero en este tipo de certámenes veraniegos este tipo de sorpresas suele ser muy habitual. El cansancio, la falta de motivación y el formato invitan a los 'David' a dar la campanada ante los todopoderosos 'Goliat'.

Con una semifinal a priori tan desequilibrada como la que medía al Bremen con el Rot, todo el atractivo quedaba para la otra parte del cuadro, en la que el Betis se enfrentaba al Huddersfield inglés, equipo que ascendió la pasada temporada a la Premier y que ha logrado asentarse en la categoría.

Los de Setién saltaron de inicio con el once más 'flojo' pensando en una hipotética final ante los alemanes. Apostó el cántabro para esta primera cita del torneo cuadrángular de 45 minutos, por un once plagado de canteranos y por el 4-3-3, con Pau López en porterí; una línea de cuatro con Francis en la derecha -en su primera aparición de la pretemporada-, Edgar, Mandi, Junior; Julio Gracia, Kaptoum, Canales en el centro del campo; y Boudebouz, Joaquín y Loren arriba.

Tuvo el Betis la pelota, pero le costó encontrar profundidad ante un equipo británico que adelantó la presión en los compases iniciales. Sin intensidad, los verdiblancos dominaban pero no creaban peligro, con un control de la pelota que no discutieron en ningún momento los ingleses.

De hecho, la primera aproximación del Betis tuvo que esperar hasta el minuto 15. Loren buscó la incorporación de Kaptoum en el segundo palo, pero la defensa del Huddersfield mandó el balón a córner. Antes, a los 10 minutos, O'Brien probó los reflejos de Pau López con un disparo desde el costado derecho, pero el meta catalán estuvo atento.

Reaccionó el Betis tras el breve descanso superado el ecuador del encuentro. Primero, con una gran jugada de Julio Gracia en el 27', el más destacado quizás por su desparpajo y criterio en la medular, buscando el pase al hueco de Canales para el remate del cántabro a la media vuelta. Dos minutos después, llegó el gol de Loren Morón tras un pase medido de Ryad Boudebouz tras una pérdida del conjunto británico. La salida 'a por uvas' del portero Coleman ayudó mucho, pero el canterano definió con calma y maestría un balón que suponía el primer paso hacia la final del torneo.

No tardó el Betis en abrir distancias con un potente disparo desde la frontal de Sergio Canales en el 32', de nuevo, con la permisividad del portero inglés, que no tuvo su día (2-0).

Intentó reaccionar el Huddersfield ya sin tiempo, por lo que el Betis pasó a la final donde le esperaba la revelación del torneo, un Rot-Weiss que olvidó su categoría (milita en la cuarta división alemana) y le plantó cara al Betis, que no logró en ningún momento imponer su autoridad.

El tempranero gol de Álex Alegría a los seis minutos, tras un pase desde la izquierda de Sergio León, parecía dibujar una plácida final para los verdiblancos. Pero nada más lejos de la realidad. El cuadro local le disputó la posesión y puso en serios apuros a un equipo que no llegó a sentirse cómodo en ningún momento. Y eso que Setién salió con un equipo que fácilmente podría ser titular en cualquier partido de Liga con Joel Robles, Barragán, Bartra, Javi García, Tosca, Tello, Brasanac, Camarasa, Narváez, Álex Alegría y Sergio León.

Sin control ni continuidad en su juego, el Betis vío cómo el Rot le salía respondón y empataba un partido a siete minutos del final con un nuevo error defensivo, muy parecido al de partido contra el Braga. Un balón colgado desde la derecha que remataba a placer Lukas Stepanik, recién ingresado en el campo.

Apareció Narváez a dos del final del tiempo reglamentario para evitar los penaltis y confirmar que, al menos, en lo que a resultados se refiere, la pretemporada para el Betis sigue marchando bastante bien.