Seguidores radicales del
Saint Etienne y del
Dnipro se enzarzaron en una lucha armada en las calles de Dnipropetrovsk (Ucrania) tras la finalización del encuentro. El partido, correspondiente a la sexta jornada de la fase de grupos de la
Europa League, acabó con la victoria por
1-0 del conjunto ucraniano sobre el cuadro francés.
En el plano futbolístico el partido era clave para ambos clubes, pues se jugaban una victoria importantísima dentro de la clasificación del
Grupo F, aunque la tensión posteriormente se trasladó hasta las calles aledañas del estadio. A la conclusión del encuentro, aficionados galos quemaron una bandera ucraniana, que según informan fuentes policiales, podría haber sido el incentivo para el inicio del conflicto.
Según ha informado la televisión local '
Hromadske', el altercado se sucedió en la calle
Prorizina, donde miembros de ambos colectivos se enfrentaron con bates de béisbol y cuchillos hasta que llegaron las fuerzas del orden. La disputa acabó con varios heridos por arma blanca y graves contusiones en ambos bandos, así como numerosos detenidos.
"Hay muchos heridos con cortes de cuchillos y contusiones por bates. Yo también escuché al menos
10 o 12 disparos", exponía
Gerashchenko, asesor del Ministro de Interior ucraniano en su página de Facebook. "Dos aficionados franceses fueron hospitalizados por lesiones en la cabeza", añadía.
Peculiarmente, el asesor del Ministerio se posicionaba a favor de los ucranianos en la trifulca, asegurando que los seguidores franceses fueron los verdaderos instigadores de la pelea: "Los aficionados franceses fueron atrapados al término del partido y nuestros 'hooligans' fueron acusados por los franceses, pero no importa quién empezó la pelea".
Estas declaraciones son contradictorias con la noticia que apareció publicada en los medios ucranianos a comienzos de año cuando seguidores del Dnipro se enfrentaron a seguidores daneses del Copenhague. De igual modo, el pasado mes de julio la
UEFA ordenó al Dnipro a jugar sus partido en Kiev, a
354 kilómetros de su estadio, con la intención de hacer sus partidos más seguros y controlar así a los seguidores de ambos conjuntos.