El entrenador del FC Barcelona,
Luis Enrique Martínez, ha asegurado que si algo han demostrado sus jugadores, que este domingo se han coronado campeones del mundo tras imponerse en la final del Mundial de Clubes a
River Plate (0-3), es su "afán ilimitado de querer ganar títulos", y ha afirmado que la manera con la que afrontan los partidos los futbolistas azulgranas le hace ser "optimista" de cara al resto de la temporada.
"Si algo han demostrado estos jugadores es el afán ilimitado de querer ganar títulos y la manera en que los ganan. El estilo
Barça sigue siendo referente para quien le gusta el fútbol", declaró en la rueda de prensa posterior al encuentro.
En este sentido, destacó el esfuerzo de hombres como
Leo Messi y
Neymar. "Hace dos días Messi sufría un cólico nefrítico y el pobre estaba hecho un desastre, Ney estaba lesionado de una manera leve... Pero las ganas que tienen de sumar es digna de elogio y es para que todos se sientan muy orgullosos", indicó.
"Que
Messi es líder lo sabemos todos. Cuando ves que tu jugador referencia quiere jugar y no se tiene en pie... Los más importantes son los primeros que muestran ese ánimo total por ganar y competir", prosiguió.
Todo ello gracias al 'estilo Barça' y a unos jugadores que "te hacen disfrutar de cada entrenamiento". "Tenemos un perfil de jugadores únicos; se incorporan jugadores que se van adaptando, se van marchando jugadores pero la idea permanece. Esa es una gran ventaja que tiene el club", aseveró.
Además, el técnico asturiano habló de los próximos del cuadro catalán. "En esto del fútbol el futuro es incierto. Cada vez es más difícil ganar y conquistar títulos. El año lo finalizamos con el quinto título, que es muy importante y que era un objetivo claro", aseguró.
"Ahora toca disfrutar de unos pocos días con la familia y con el reto de seguir ganando. Viendo cómo lo afrontan todo te hacen ser optimista. Nuestro objetivo es seguir luchando por los títulos", añadió.
Por otra parte, explicó el cambio del argentino
Javier Mascherano, que fue sustituido por el belga
Thomas Vermaelen en el minuto 81. "Nos hizo un gesto de que tenía problemas musculares. Quería seguir", afirmó.
Además, el preparador gijonés alabó a su rival en la final y a su entrenador,
Marcelo Gallardo. "River compitió bien, fue valiente, el señor Gallardo es un muy buen entrenador. Estuvo en el partido y pudo meterse. El segundo gol nos tranquilizó, Ha sido un digno rival", manifestó.
Por último, confesó estar "contento", con una "alegría grande" y pensando ya en Navidad y en el partido ante el
Betis. "Estoy con ganas de volver a
Barcelona y disfrutar con la familia de unas buenas navidades, sabiendo que tenemos por delante un partido muy importante", concluyó.