Pep Guardiola, técnico del
Manchester City, mostró máximo respeto por la figura de
José Mourinho, al que se enfrenta mañana en el derbi de
Manchester, y bromeó al admitir que aceptaría "una copa de vino" del portugués tras el partido.
"La última temporada, cuando él estaba en
Madrid y yo en
Barcelona, no fue fácil. Pero nos encontramos hace unas semanas en un acto de la
Premier y hablamos bastante. Todo fue correcto y tengo mucho respeto por él, como con el resto de entrenadores, e intento aprender. Si me invita a tomar una copa de vino después del partido, aceptaré", aseguró en rueda de prensa.
Guardiola defendió que "la rivalidad es una cuestión más de la prensa" que fomentada por él y
Mourinho y se mostró convencido de que no pueden "controlarlo".
No perdió mucho tiempo Pep en lamentar la baja por sanción del argentino '
Kun'
Agüero. "Es un jugador muy importante para nosotros pero hace tiempo que sabemos que no puede jugar. Vamos a jugar con once entre los que no puede estar él", dijo sin desvelar quien será el sustituto.
Sobre el rival, el
Manchester United,
Guardiola destacó su crecimiento y la dificultad que tiene el derbi. "Es un equipo que cada partido que pasa va mejorando. Va a ser muy difícil pararles porque tienen mucho potencial arriba pero no coincido con Wenger en que vaya a ser un resultado psicológico. Tan solo es la cuarta jornada y si perdemos al día siguiente nos levantaremos y prepararemos el partido de
Champions".
Avisó del peligro que tiene su rival en acciones a balón parado con la potencia de
Ibrahimovic,
Pogba y
Fellaini. "Esto es imposible de controlar, nuestro objetivo es jugar mejor que en los anteriores partidos. Para ganar creo que hay que jugar bien y es lo que vamos a intentar".