El
Manchester City se impuso (1-2) este sábado al
Manchester United en el derbi que abría la cuarta jornada de
Premier League, en un encuentro marcado por el enfrentamiento entre
José Mourinho y
Pep Guardiola, que acabó llevándose el equipo 'citizen' para continuar líder e invicto.
En un choque con dos estilos contrapuestos, ambos conjuntos dominaron un tramo del partido. El gol de
Zlatan Ibrahimovic como respuesta a los de
Kelechi Iheanacho y
Kevin de Bruyne rompió la tiranía visitante para dar paso a un encuentro con alternativas y muchas ocasiones que no encontraron buen final.
El
Manchester City dominó el arranque del encuentro. A pesar de no llegar con frecuencia a la meta de
David de Gea, los 'citizens' mantenían la posesión y hacían sufrir a un United que no lograba recuperar en zonas de peligro.
Con la premisa de jugar cada balón en los de Guardiola, el tanto llegó en la jugada menos previsible. Iheanacho peinó un pase largo de
Kolarov y
De Bruyne se anticipó a Blind para batir al guardameta español y abrir el marcador.
Minutos más tarde, el delantero nigeriano aprovechó un rebote de
De Bruyne, el mejor de los suyos, para duplicar la ventaja. Sin embargo, el gol espoleó a los 'red devils' y, al borde del descanso, recortaron diferencias en un buen tramo final. Una volea de Ibrahimovic tras un error de
Bravo supuso el 1-2 que fue un empujón de moral para los locales. El sueco tuvo en sus botas la igualada, pero no dispuso del acierto necesario.
En la reanudación, los de Mourinho cambiaron la cara al partido y se sacudieron el gran dominio rival de la primera mitad. La entrada de
Rashford y
Herrera por
Mkhitaryan y
Lingard dieron otro aire al Manchester United.
Guardiola intentó frenar el ímpetu local retirando a
Iheanacho y reforzando el centro del campo con
Fernando. El cambio equilibró de nuevo el duelo, aunque no consiguió devolver el dominio al
City y el choque se volvió un correcalles en el que ninguno tuvo el acierto necesario para igualar o sentenciar.