Dos Betis desconectados

Casi seis años después de que Lopera escenificara la venta de sus acciones a Oliver; seis presidentes después (Jaime Rodríguez-Sacristán, Gordillo, Miguel Guillén, Manuel Domínguez Platas, Juan Carlos Ollero y ahora Ángel Haro); dos descensos después, uno de ellos eliminado en Europa por un Sevilla que acabó campeón; muchos técnicos después (Tapia, Víctor Fernández, Mel -dos ascensos-, Garrido, Calderón, Julio Velázquez y el dos veces ´interino´ Juan Merino); muchas decepciones y promesas incumplidas después? ¿qué se debe transmitir a los béticos? Haro y Catalán, con radio recién estrenada, mandaron ayer mensajes coherentes que apuntan a un enésimo nuevo proyecto. Otro intento del Betis moderno que esperan los béticos, pero ahora sin Macià, la pieza clave a la que entregaron un buen puñado de millones, y voz y mando en ´su cortijo´.

No seré yo quien defienda a Macià, porque el Betis va a lograr la permanencia pero resulta evidente que ha habido graves errores en la planificación y, sobre todo, operaciones extrañas que han destrozado la confianza de los dirigentes en su director deportivo. Intuyo que Haro y Catalán pondrán el punto final a su etapa sin hacer sangre, con la elegancia que merece la institución, pero sorprende el amplio respaldo social con el que cuenta Macià, que en todas las encuestas supera el 80 % a favor de su continuidad.

La afición maneja sólo una parte de la información y, a buen seguro, con todos los datos se expresarían de una forma diferente. O no. De momento, se transmite la impresión de que el club va por una parte y la grada por otra. Es importante que los dirigentes hablen, por supuesto, pero es mucho más determinante saber conectar e ilusionar a su afición, palpar el sentir de los suyos, aunque las decisiones las tomen en la cruda soledad e independientemente del sentir de la grada. Quizás la palpable desconexión sea la consecuencia última del escaso margen de confianza que los béticos depositan en Haro y Catalán, porque son copartícipes de todo lo vivido hasta hoy y porque los béticos quieren, más que palabras, hechos, decisiones acertadas y, sobre todo, victorias en cada partido. Ese es el fin último de cualquier club, del Atlético de Madrid sin ir más lejos, al que miran como modelo: ganar, ganar y... ganar.

Pongan los medios para ganar partidos y harán felices a los béticos. Tan fácil, y tan difícil para quienes tienen la obligación de crear una nueva dinámica ganadora en el Real Betis.