Estadio Deportivo2 min lecturaA Coruña, 4 abr (EFE).- El brasileño Sidnei Rechel, central del RC Deportivo, ha admitido este miércoles que el partido del viernes ante el Málaga en el estadio Abanca-Riazor es "de alta tensión" por lo que se juegan los dos equipos, últimos clasificados de LaLiga Santander.
"Presión estamos teniendo ya desde hace muchos partidos, así que el viernes será un partido de alta tensión en el que sabemos lo que nos estamos jugando y lo importante que es", comentó en rueda de prensa.
El defensa blanquiazul, uno de los capitanes del equipo, se mostró optimista respecto a las opciones del Deportivo de lograr la permanencia.
"Sabemos la distancia de la salvación y toda la situación en la que estamos, pero confiamos y trabajamos para conseguir el objetivo. Posibilidades de salvarnos son todas porque sabemos el equipo que tenemos y podemos ganar muchos partidos", apuntó.
En este sentido, recordó el partido que firmó el equipo el pasado domingo ante el Atlético de Madrid, que le derrotó por la mínima y de penalti.
"Fue un ejemplo. Jugamos muy bien, merecimos más y no sacamos nada. Confiamos plenamente en el grupo, en nosotros y en conseguir las victorias que necesitamos", aseguró.
El jugador sudamericano criticó el penalti que le pitaron al Deportivo en el Wanda Metropolitano por una caída de Saúl Ñíguez en el área después de un agarrón de Mosquera.
"Eso pasa en muchos partidos y muchas veces no se pita penalti y esta vez nos lo pitaron, pero tenemos que salir adelante y pensar en nosotros", dijo.
Además, deseó que la afición "apoye" al equipo en el partido con el Málaga pese a que tres cuartos de hora antes del choque se ha convocado una concentración en los aledaños del campo para protestar por la temporada que está cuajando el Deportivo.