Mauri Castillo, feliz y español

“Después de cinco años, y gracias a María Laffitte, ya tengo la nacionalidad española y me encuentro con más ganas que nunca para entrenar y participar en las grandes competiciones”. Esas fueron las primeras palabras de Mauri Castillo tras obtener, después de cinco años viviendo en este país y tres esperando jurar la Constitución, la ansiada nacionalidad española, para a continuación señalar los objetivos que se plantea ya defendiendo los colores de su nuevo país.

El cubano, afincado en Sevilla desde hace un lustro, quiere olvidar cuanto antes el calvario pasado, en el que sólo ha podido demostrar su enorme potencial en contadas ocasiones y que le ha servido para ganarse el cariño de los sevillanos. “Ya sólo queda centrarme en el futuro y entrenar más que nunca para demostrar que me he ganado lo que he conseguido. Quiero competir con España y hacer algo grande”, afirmaba antes de señalar cuáles son sus próximos objetivos: “La idea es el competir en el 1.500, pero estoy fuerte y rápido, así que trabajaré para poder elegir entre el 800 y el 3.000. No quiero descartar nada. Buscaré hacer la mínima en 1.500 para el Mundial de Pista Cubierta de Portland, en marzo”.