El mallorquín
Mario Mola, líder del
Mundial de triatlón, que este jueves concluyó octavo en la prueba de los
Juegos de
Río de
Janeiro, logró de esta forma el sexto diploma olímpico para el triatlón español, potencia en el plano mundial, pero que sólo tiene una medalla, la de plata de
Javier Gómez Noya hace cuatro años en
Londres.
El gallego
Iván Raña, campeón del mundo en 2002, de
Europa ese año y al siguiente; y subcampeón mundial en 2003 y 2004; enseñó el camino en una de los deportes que más éxitos internacionales han dado a España desde la entrada del nuevo milenio.
En
Juegos, el padre deportivo del triatlón en
España tiene dos diplomas olímpicos, en los de
Sydney 2000 (Australia, donde debutó el triatlón) y
Pekín 2008, con sendos quintos puestos.
Su paisano
Gómez Noya, único quíntuple campeón del mundo, con otro diploma más -fue cuarto en
Pekín- tomó su relevo y ganó en
Londres la medalla que se le escapó a
Raña en
Atenas.
Donde la madrileña
Ana Burgos, campeona de
Europa en 2003 y plata dos años después, había sido séptima, donde capturó una nueva mención de honor.
Ese puesto lo logró de nuevo la vasca
Ainhoa Murúa -que si logra superar los problemas que tiene en el pie izquierdo será en
Río olímpica por cuarta vez- en
Londres, hace cuatro años.
Con el octavo puesto de
Mola, de 26 años, doble subcampeón mundial y que este año ha ganado cuatro pruebas del
Mundial que lidera -en
Abu Dabi,
Gold Coast (Australia),
Yokohama (Japón) y
Hamburgo (Alemania)-
España sumó este jueves en Brasil su sexto diploma olímpico en las cinco ediciones en las que lo ha sido hasta la fecha el triatlón.