Jordi Ribera: "España tiene que estar a la cabeza del balonmano mundial"

Jordi Ribera ha sido presentado en la mañana de hoy como nuevo seleccionador del combinado nacional de balonmano. El técnico español no ha querido pensar más allá del Mundial de Francia que se disputará en enero: "En todos los sitios que he trabajado no he pensado que mañana me voy a ir. Cuando fui a Brasil pensaba que iba a estar allí toda mi vida, cuando fui al Ademar pensaba que iba a vivir toda la vida en León", afirmó Ribera.

Conviene recordar que el contrato que ha firmado el entrenador con la federación lo vincula al equipo hasta la conclusión del Mundial. Puesto que se celebran elecciones en la institución y el actual presidente, Francisco Blázquez, no ha querido hipotecar el futuro de la selección. En el caso de que resultase elegido -hasta el día de hoy es el único candidato-, Ribera permanecería en el cargo hasta los Juegos de Tokio 2020.

España no ha participado en el último torneo olímpico por primera vez desde 1976, por lo que uno de los grandes objetivos del nuevo técnico español será formar un equipo igual o más competitivo que el ha llegado a las tres últimas semifinales de los Europeos y Mundiales: "Volver a España y empezar un ciclo olímpico es un gran reto para mí. España tiene que estar a la cabeza del balonmano mundial y venimos a dar los pasos para devolverla a donde se merece", aseguró Ribera.

Comienza una nueva era y con la misma un camino abierto de oportunidades para formar un conjunto, quizá, rejuvenecido, para ello "a lo largo de los cuatro años debemos ir estableciendo cambios y ver los jugadores que pueden ir entrando, buscando esos talentos que compongan la selección del futuro", ha explicado el seleccionador. Para lograr este objetivo será clave la realización de un análisis pormenorizado de los distintos jugadores qué puedan dar el salto: "Tenemos que estar seguros de que jugadores jóvenes puedan suplir a jugadores más mayores que actualmente están en la selección y para eso necesito ese seguimiento continuado".

Cuestionado sobre su reciente y fructuoso trabajo al frente de la selección de Brasil, Ribera ha reconocido que se veía continuando al frente del equipo brasileño tras la conclusión de los Juegos: "Mi idea inicial era seguir en Brasil. Nunca cambiaría los cuatro años de trabajo allí". Al mismo tiempo que hizo balance de los resultados cosechados durante su estancia en el combinado: "Movimos infinidad de jugadores y preparadores y se pasó de 5 o 6 jugadores brasileños jugando en Europa a más de 50". De esta forma, ha sido uno de los principales baluartes del crecimiento del balonmano brasileño pensando en Río 2016.