Aunque el partido ha sido declarado de alto riesgo ante el temor de que los ultras de uno y otro equipo traten de ‘vengar’ la muerte de
Jimmy, miembro de
Riazor Blues asesinado el pasado fin de semana en
Madrid, las aficiones de
Sevilla y
Rayo han abogado por mostrar todo lo bueno que rodea al fútbol para convertir
Vallecas en el escenario de una fiesta solidaria.
De este modo, las peñas rayistas han puesto en marcha la campaña de recogida de alimentos ‘
Objetivo 1924 kilos’, cifra que coincide con el año de fundación del club. Una iniciativa para ayudar a los más necesitados del barrio a la que se ha sumado la
Federación de Peñas Sevillistas, la cual ha pedido a los aficionados nervionenses que además de sus camisetas, bufandas y banderas, echen en su equipaje “unos kilos de alimentos”.
Y es que mañana se espera una importante ‘
marea roja’ en
Vallecas. No en vano, el club de
Nervión ha informado de la venta de
634 entradas, siendo devueltas otras 156 del total de las cedidas por el
Rayo, insistiendo en que las localidades son de uso exclusivo para abonados y que está totalmente prohibido cederlas o venderlas a terceros.
De hecho, en plena batalla contra los ultras, el
Sevilla ha sido pionero al exigir a sus socios que faciliten el medio de transporte que usarán para su desplazamiento a
Madrid, recordándoles que viajan representando a la institución y que su comportamiento debe ser “respetuoso y tolerante”.
Así pues, en un claro manifiesto contra la violencia que rodea al deporte, el consejero
Ramón Somalo ha instado a las peñas sevillistas de Madrid y a todas aquellas que acudan al partido a que colaboren con la campaña puesta en marcha por las peñas rayistas para vivir una fiesta solidaria que también servirá para ayudar a
Carmen Martínez Ayuso, vecina de
Vallecas de 85 años que fue desahuciada de su vivienda tras cinco décadas en el inmueble, para lo cual, cinco euros de cada entrada del partido irán a parar a la fila cero habilitada por el
Rayo.